UN VIAJE EN TELEFÉRICO DE IDA Y VUELTA


Fotografía de la revista “La Vida en el Campo”, publicada en el año 1913. Los mineros transportaban el mineral desde el pozo Santa Rosa en tren eléctrico hasta la estación inicial, donde lo descargaban en las tolvas, desde donde llenaban los baldes del teleférico que los transportaba a Calatayud.



Este artículo lo saqué en el Facebook de Mesones el 13 de septiembre de 2021, ampliándolo en los reportajes del 27 de dicho mes y del 10 de octubre. Los recojo aquí, ya todo unido, que es como debe de estar en este blog (para que toda la información esté junta), sumamente interesante para la historia de Mesones y, sobre todo para la comarca del Aranda, y también para la mancomunidad de Calatayud, como ya vimos.


Sin duda, fueron unos artículos muy interesantes con fotografías e información de las minas de Tierga desconocidas e inéditas, que aportaron datos imprescindibles para saber el funcionamiento del desaparecido teleférico y del poblado minero. Por ello, la Diputación Provincial de Zaragoza puso el enlace de este artículo en su página de Facebook al hablar de las minas de Tierga. Os pongo el enlace:


https://www.facebook.com/150980251722951/posts/pfbid02YusvVhPsg8XQdQobPtun6ZLaGfac6eyvvQ2FoABcvdngMSzjPzhJ5VpEjFnvaV3ol/  (enlace al Facebook de la D.P.Z. donde aportan el siguiente enlace para el que quiera saber más del teleférico de las minas de Tierga).


https://www.facebook.com/groups/236297920019/posts/10159047765230020/ (primer artículo de las minas en el Facebook de Mesones).



UN VIAJE EN TELEFÉRICO DE IDA Y VUELTA

 

 

Parece ser que al pasar por la cima de algún monte las “cabinas” del “funicular” lo hacían a muy poca altura, y alguno aprovechaba para ir a su pueblo más rápido, saltando en el momento adecuado. El problema fue que se quedó dormido y ya no pudo bajarse hasta Calatayud. Los obreros de la instalación de descarga de los baldes, en la estación del tren, se tuvieron que sorprender sobre manera cuando vieran menearse el “mineral rojo”. Y es que el traje de “camuflaje” sería perfecto. A la vuelta se podría haber puesto algo más oscuro, ya que transportaban carbón.

 

Y es que para comprender esto del “camuflaje” había que ver a los mineros de antes, cuando regresaban por las tardes a sus casas (si no, no se puede entender bien), “ya que no contaban con duchas en el trabajo”. Esto lo describe muy bien el ejemplar de octubre de 1918 de la revista Ibérica, que sacó un artículo sobre las minas de Tierga


“quienes al atardecer contemplaran el panorama … verían ir llegando, entreverados con los labradores que con sus yuntas vuelven del campo, grupos de hombres con vestidos de rojo y con las manos y caras del mismo color. Son los mineros de la mina Santa Rosa”.

 

Si los del carbón se podían confundir con las sombras de la noche (salvo los ojos), los de Mesones, como vimos todavía muchos, lo podían hacer perfectamente, al volver a sus casas, con un “atardecer rojo”, completamente rojo, del color de la hematite (el mineral de las minas).

 

Este artículo lo voy a dedicar, pues, a ese transporte tan particular y original que ya hemos visto, y debido a la relación que Mesones ha tenido siempre, y sigue teniendo, con las minas de hierro, que ya explotaban aquí hace mucho más de 2.000 años los celtíberos de La Torre. Y en especial lo dedico a los mineros que son y fueron de Mesones.

 

Todo empezó, parece ser, a principios del siglo XX, cuando una fuerte riada en el barranco del Judío, en el término de Tierga, dejó a la luz una gran veta de este mineral. Tras los oportunos estudios (viendo la extraordinaria calidad del material: “hematites roja de superior calidad, mucho mejor que la de Bilbao”, que no es poco), algunos en ese momento apostaron fuerte y “echaron el resto”. Francisco Cano se hizo cargo en 1906 mediante arriendo de los registros mineros (las primeras denuncias de los derechos en el barranco del Judío y en la ya mina de Santa Rosa, databan de 1900) y constituyó la Compañía Aragonesa de Minas, con participación de capital belga, para la explotación del mineral de hierro para la exportación, desde el puerto de Valencia.

 

Entre 1910 y 1912 se construyen las casas de los obreros, las de los “jefes”, más abajo; una escuela, una iglesia, talleres para reparar vehículos y maquinaria y una central térmica alimentada con carbón (con su chimenea un poco más allá -para los humos- y con la casa del ingeniero cerca). Y, lógicamente, las instalaciones mineras, como el castillete, un ferrocarril electrificado, una estación de carga o el TELEFÉRICO (toda una novedad, y el más largo de España).

 

La extracción del mineral (con los más “modernos adelantos”, como decía la revista) comenzó ya en 1913. Hasta 300 personas llegaron a trabajar en estas instalaciones, a lo que hay que sumar a sus familias que aquí vivían. Sabemos que vinieron muchos alicantinos. Y hasta se hizo un cuartel de la Guardia Civil. Aquí tenían que ir los de Mesones a sellar “la cartilla” (militar).

 

La compañía se vio obligada a desaparecer en 1944, por lo que el funicular aéreo, que ya formaba parte del paisaje de los pueblos que atravesaba, fue desmantelado, así como el resto de las instalaciones.

 

Información obtenida de la revista “La vida en el campo” del año 1913, de la cual obtuvo la información la “Revista Ibérica” del ejemplar de 1918, al que he mencionado antes.



Noticia fechada en Illueca el 30 de junio de 1911, donde informan que los trabajos de construcción de la línea del teleférico de la mina de Santa Rosa de Tierga comenzarán en agosto de 1911.



Mineros extrayendo mineral con martillo neumático “Ingersoll” en una galería del interior de la mina.


Si os fijáis en la fotografía anterior, hay un farolillo o candil de carburo arriba, en la parte derecha, es igual a este que tiene Carlos Molinero de esos años (1918) de la mina de Santa Rosa de Tierga, que lo heredó del “Reimundo” que tuvo mucha relación con las minas. Los mineros por la noche siempre rellenaban su candil de carburo y lo dejaban preparado para la jornada del día siguiente.

Esto decía la revista Ibérica en 1918: 

“La explotación de este importantísimo yacimiento hubiera sido poco menos que imposible sin la completa instalación moderna, la cual aunque al principio llevó consigo el desembolso de varios millones de pesetas, cosa peligrosa en toda empresa minera cuando no se tiene seguridad de que la cantidad de mineral responde, pero en la presente ocasión los indicios por una parte eran inmejorables y la suerte por otra se ha encargado de confirmar el antiguo adagio de que audaces fortuna juvat.

El arranque del mineral se hace por medio de potentes martillos neumáticos, de la casa Ingersoll, de Nueva York, ahorrando con ello mucho tiempo y jornales, hallándose el pabellón que encierra los grandes compresores para la perforación casi enfrente del hermoso castillete del pozo por donde ahora se extrae el mineral. Un ferrocarril eléctrico construido por la A.E.G. de Berlín, lleva el mineral hasta el gran depósito donde se cargan las vagonetas del ferrocarril aéreo, tolva de 4000 toneladas de cabida, por cuya parte superior se vuelcan los vagones y por la inferior se llenan las vagonetas por medio de compuertas.”
 

Minas de Tierga. Perforadora neumática trabajando. Fotografía de la revista “La Vida en el Campo”, publicada en el año 1913. Sin duda, auténtica y excepcional fotografía, al igual que la anterior.

Cuando publiqué en Facebook el artículo, varias mesoneras comentaron lo siguiente, ya que sus padres trabajaron en la mina: 

 Yo recuerdo cuando venían de la mina y es cierto que llegaban teñidos de rojo. Mi madre lavaba la ropa de faena de mi padre en la bañera con Gior. El cerco rojo alrededor de la bañera jamas se marchó.  Mi padre por la noche siempre se rellenaba su candil de carburo y se lo dejaba preparado para la jornada del dia siguiente”. Carlota Gil Sisamón.

 …Yo recuerdo a mi padre cuando venía de la mina y era totalmente rojo, un rojo mate muy chocante, sobre todo para una niña pequeña que era entonces”. Mari Gil Sisamón.

 Mari Gil Sisamon, yo también al mío y a todos cuando pasaban por mi puerta, solo se les veían los ojos😍”. Fina Moreno Rodrigo.


Si la fotografía fuera en color, así
veríamos a los mineros, totalmente de rojo, a excepción de sus ojos.


Esta fotografía fue publicada en el año 1913 en la revista “La Vida en el Campo”, pero fue de nuevo utilizada por la Revista Ibérica en el año 1918.

En el rectángulo rojo estaría el pozo original de la mina de Santa Rosa (todavía no estaba el castillete), posteriormente al lado del pozo construirían el castillete, que ya estaría hecho en el año 1918, como vemos en la fotografía siguiente.

La revista “La Vida en el Campo” dice: “…Ingeniero de Minas Mr. Emile Cabal, quien compenetrado en sentimientos y aspiraciones con nuestros amigos los nombrados señores y con Mr. Massenet, dirigió las extensas y difíciles exploraciones realizadas y fue el afortunado descubridor del mineral encontrado.” 
Viene a decir que el descubridor del famoso filón de casi dos metros de potencia, que dio origen a la mina de Santa Rosa de Tierga fue Mr. Emile Cabal.
“Se estaba realizando la instalación mecánica y eléctrica del pozo de extracción y pudimos darnos cuenta de la importancia que tendrá una vez concluida y puesta en marcha, lo que por ahora no se precisa, pues durante mucho tiempo el mineral que se transporte, saldrá de los socavones, que hay en la superficie.” 
Cuando se hizo el reportaje de 1913 había gran cantidad de mineral almacenado para servir, dispuesto para ser transportado a Calatayud, que les permitía no extraer durante una larga temporada, debido al stock de mineral de que disponía, lo que indica la gran cantidad de mineral que había al inicio de la explotación de la mina de Santa Rosa.
En el rectángulo azul estaría el almacén donde guardarían las herramientas, como pistoletes, perforadoras…

Castillete de la mina Santa Rosa en el barranco del Judío por donde se extrae el mineral ya cargado en los vagones del tren eléctrico. El viaje del mineral comienza cuando, tras ser arrancado de la tierra con martillos neumáticos, se deposita en unos vagones que recorren las galerías por unas vías de 60 cm. de ancho. Cuando, a través del montacargas, salen llenos a la superficie, se acoplan unos con otros formando un pequeño tren movido por una locomotora eléctrica que transporta el mineral desde la boca-mina, unos 650 m. hacia el sur, hasta un depósito con capacidad de 4000 Tm. Desde este punto, hay que transportarlo hasta Calatayud, concretamente a la Estación del Ferrocarril Central de Aragón, y de aquí a Valencia para ser embarcado a distintos países.


Castillete. En el círculo azul está el agujero del pozo original de la mina de Santa Rosa, incluso se ve como están subiendo una vagoneta de mineral, que luego con el tren eléctrico transportaban hasta la estación inicial.
Esta fotografía está sacada desde abajo, al contrario que la siguiente que está sacada desde arriba, ambas están hechas en la misma zona, pero desde posiciones opuestas. Al fondo del círculo rojo se observa un edificio del poblado minero.


Tren eléctrico transportando el mineral a la estación de carga. Actualmente ya no se ven las vías por las que circulaba, donde llegaba el mineral (hace 30-40 años una empresa se llevó el hierro desechado de las minas, entre el que se encontraba las vías del tren eléctrico). Fotografía que salía en la revista Ibérica del año 1918, aunque realmente pertenecía a la revista “La Vida en el Campo” del año 1913.




Castillete del pozo de la mina de Santa Rosa. Como vemos, este castillete no es el original del pozo de la mina, de cuando empezaron a funcionar en 1913.


ESTACIÓN INICIAL. Se observa el primer castillete de la línea por donde iban las vagonetas y el cable. Los castilletes erán metálicos y su base estaba hecha con muros de piedras y hormigón. Justo en la salida, debajo del primer castillete, excavado sobre la roca, estaban los pozos de contrapesos.

Según me comentó Carlos Molinero, su padre trabajó en la mina de “pinche” y le dijo que también se estudió la posibilidad de llevar un tren desde Morata hasta las minas por el cuarto bajo (La azud, La Torre, El bosque y Las Parromeras), si bien tras estudiar la opción resultó que era un céntimo más caro el kilogramo de mineral transportado por tren que por teleférico, descartándose la opción del tren terrestre. Por tal motivo hicieron finalmente el “ ferrocarril aéreo “.

Si se hubiera construido el tren hasta la mina hubiera afectado mucho al paisaje de los montes y vega del río Isuela. Hoy estarían las vías abandonadas y con suerte sería una vía verde.

Cuando desapareció el teleférico los mineros volvían a Mesones con el camión lleno de mineral. Todavía recuerdo el camión Pegaso de Vicente Ibarzo Gracia (alcalde de Mesones), lleno de bollos producidos al cargar el mineral al caer en altura desde la tolva de carga. Era una estampa muy habitual ver a los mineros montados en el camión y en la caja mimetizados con el mineral de color rojo ocre. Quién tuviera una fotografía de la vuelta de los mineros a Mesones con el camión cargado con mineral…

Cuando se estaba construyendo el teleférico muchos mesoneros trabajaron con los bueyes para llevar el cable que transportaría las vagonetas.


Estación inicial. Vemos los baldes circulando por los cables del teleférico.


Tramo de la línea de 27 Kilómetros de recorrido, y estación de tensión cerca de Calatayud, donde se observa el castillo al fondo. La batería de postes soportados sobre columnas de hormigón preceden a la última estación tensora del trazado. Es la estación número 7, antes de cruzar el río Jalón y llegar a la estación de descarga. Su construcción fue toda una proeza en aquellos tiempos.

Según dicen los más “viejos” y algún trabajador de la mina, algunos mineros y familiares se montaban en las vagonetas del teleférico en la mina de Santa Rosa e iban a Calatayud a comprar. Posteriormente volvían con la compra en las vagonetas. Hay que tener en cuenta que en aquellos tiempos prácticamente nadie tenía coche y era costoso desplazarse a una ciudad grande desde un pueblo pequeño.

Cirilico me dijo también que en aquellos tiempos había mucha gente en Mesones que no tenía ni para comer y que se levantaban muy temprano, hacían leña en el monte y la llevaban a vender a Illueca, Brea u otros pueblos esa misma mañana y a cambio les daban una barra de pan para comer ese día (esa era la realidad del día a día, levantarte a trabajar para conseguir el pan para comer ese día, pues nada tenían).
Algún vecino de Sestrica aprovechaba cuando las vagonetas iban bajas en las cimas de los montes para cargar la 🪵 en la vagoneta y así la llevaba a otros pueblos a vender sin coste alguno de transporte (burro, mula…), si bien alguna vez cargó la leña pero no le dio tiempo a subirse y la perdió. Eso me contó Cirilico.


Estación de descarga de mineral y de carga de carbón. La columna inclinada (posiblemente una cinta de cangilones) era por donde se elevaba el carbón, que llegaba en trenes, a las vagonetas del funicular. 
La línea franqueaba una vía de ferrocarril,  3 ríos, 13 caminos y carreteras protegidos con 9 puentes protectores.

Su construcción tuvo gran impacto en Calatayud y alrededores. Como anécdota, la almagra que transportaban las vagonetas quedaba en el suelo, quedando una línea colorada de los 27 kilómetros, si entonces se hubiera podido ver por Google Maps, hubiera sido una visión muy particular.


Panorámica de la estación inicial. A la derecha vemos las tolvas de la estación de carga, que la vegetación impide ver con claridad.

La principal y genial característica del mineral que se extrae y se ha extraído de las minas de hierro de Mesones y Tierga es la capacidad de impregnarlo todo con ese color rojizo ocre característico (los que somos de la zona lo reconocemos a primera vista, no hay otro igual, aunque estés en Zaragoza si ves un coche con las ruedas teñidas de rojo ocre, sabes que ha estado en las minas de Tierga). Es un rojo que se apodera de todo con el paso del tiempo y sin darte cuenta; de la tierra, de los caminos, de los árboles, edificios y hasta de las personas que allí trabajan y de los que como yo pasamos solamente una tarde de excursión, tiñendo todo de oro, pero de un oro de color rojo ocre, color bonito sin igual que pinta el paisaje con una tonalidad que nos hace transportarnos al planeta Marte.

Gracias a este mineral, muchas familias de Mesones y pueblos de la zona durante generaciones han podido ganarse la vida, sin tener que abandonar los pueblos para ir a las ciudades en busca de trabajo. Sin duda alguna, la minería en Mesones y pueblos de la zona ha sido una fuente de ingresos importantes para muchas familias que han podido trabajar y ganarse la vida, en una zona con pocas posibilidades laborales. No era fácil entrar a trabajar en la mina, tenias que ir bien recomendado.


Estación inicial


GALERIA DE LA TOLVA ORIGINAL EN LA ESTACIÓN INICIAL

Esto dice la revista “La Vida en el Campo”:

“En la estación inicial, en la salida o arranque del ferrocarril aéreo, está el gran depósito de carga mineral que puede contener unas 4.000 toneladas y vimos completamente lleno. Un sistema de puertas-compuertas, manejadas por un obrero carga rápidamente con unos 500 kilos de mineral cada vagoneta, que va presentando otro obrero y por un tercero es lanzada al cable en movimiento, donde automáticamente queda ya amarrada, habiendo pasado antes por una báscula que imprime en un tiquet el peso de mineral que lleva.”


Actual galería de la tolva, en la que se han llevado todos los elementos metálicos por donde circulaban los baldes del tren aéreo.




Galería de las tolvas, donde se iniciaba el camino de los baldes llenos de mineral hacia Calatayud.




Estación inicial.




La vegetación y maleza inunda la estación inicial.










Estación inicial. Por arriba iba el tren eléctrico, donde descargaba el mineral por las rampas a las tolvas.


Rampa por la que descargaban el mineral a las tolvas desde arriba, y que era llevado por el tren eléctrico.








Tolvas donde descargaban el mineral desde las vagonetas del tren eléctrico que iba por la parte de arriba, que posteriormente mediante una compuerta que abría la tolva y caía el material en las vagonetas que estaban debajo, llevándolas a Calatayud en el teleférico.






Estación inicial. La parte izquierda de los pilares más alta fue una sobre elevación posterior, no estaba originalmente.


Interior de la estación inicial.


Pozo de contrapeso en la salida de la estación inicial de la mina de Santa Rosa de Tierga. Se observa arriba la cumbre del monte recortada (trinchera).


ESTACIÓN Y SALIDA DEL TELEFÉRICO. Rojo (castillete), azul (línea), amarillo (vagonetas), verde (tren eléctrico). 





La vegetación y maleza esconden el pozo de contrapesos de la estación inicial.




Primer tramo de inicio del teleférico desde la estación inicial.


Recortaban las cimas de los montes para que no pegaran las vagonetas en las cumbres, además así los castilletes no necesitaban ser tan altos ahorrando material y trabajo en zonas de difícil acceso. Desde las trincheras de las cumbres se sigue el itinerario de la línea en el campo, viéndose con prismáticos la siguiente trinchera en el siguiente monte.






Verde (tren), rojo (estación inicial y castilletes), azul (cable del teleférico).






Desde los restos de uno de los primeros castilletes de salida del teleférico, vemos las actuales oficinas, la explanada y el almacén donde guardan el preciado mineral.








Contrapeso, muy pobre en cemento (grosero), lo encontramos de casualidad en el monte mientras buscábamos el recorrido del teleférico. Según Philippe Vivez los contrapesos estaban encajados en una estructura metálica, formando los contrapesos de tensión de los cables.




Puente de Piedra Buena a la altura de Brea de Aragón e Illueca a su paso por la carretera o camino, que protegía de la posible caída de mineral del tren aéreo.


ESTACIÓN ELÉCTRICA DEL TELEFÉRICO EN SESTRICA

Esto dice la revista “La Vida en el Campo”:

“Desde la central eléctrica que en Purroy posee la Sociedad “Saltos del Huerva y del Jalón”, parte una línea eléctrica que pone en marcha el motor que existe en Sestrica, donde está instalada la estación intermedia que mueve el ferrocarril aéreo; éste es constituido por dos cables, uno de mayor diámetro y fijo que es el que sirve de carril y otro móvil, al cual se enganchan las vagonetas, que caminan por un lado cargadas de mineral y por el otro retornan vacías o con carbón que traen desde Calatayud para abastecer la central a vapor, que como reserva existe en la mina.”


Arco en la carretera de Viver a Sestrica, con la función de proteger a los usuarios de la vía ante los posibles desprendimientos del cable del “tren aéreo”, que era como lo llamaban antiguamente.


Estación de Torralba.

La revista “La Vida en el Campo” dice del ferrocarril aéreo:

“Llama la atención entre todas el ferrocarril aéreo que transporta los minerales desde la mina hasta Calatayud, atravesando un terreno accidentadísimo, pues partiendo de las minas a 610 metros de altitud, sube hasta 1.044 metros, en cuyo punto cruza la sierra de la Virgen, en el término de Viver y desciende a 528 metros en Calatayud, que es donde descarga el mineral. Por su longitud, es este ferrocarril aéreo el más largo de España, pues recorre en línea recta 28 kilómetros, que es la distancia que hay desde las minas a Calatayud; atraviesa los términos municipales de Tierga, Illueca, Brea, Sestrica, Embid, Torralba y Calatayud y al cruzar el valle de Viver, alcanza su portada aérea 940 metros que es la distancia que existe allí entre poste y poste sin apoyo intermedio alguno; en aquel pintoresco valle, las vagonetas viajan a una altura de 135 metros de su fondo.”


Paso sobre raíles del ferrocarril aéreo.

El ferrocarril aéreo marcha a una velocidad de 2,75 metros por segundo y transporta por hora 60 toneladas de mineral.


Una sección del ferrocarril aéreo.


Paso sobre raíles del ferrocarril aéreo.


La batería de postes soportados sobre columnas de hormigón preceden a la última estación tensora del trazado.


Puente protector sobre la línea M.Z.A., al fondo vemos el tren.


Última sección antes de llegar a la estación de descarga de Calatayud, que se ve al fondo siguiendo los cables.


Descargadero del tren aéreo en Calatayud. Estación de descarga de mineral y de carga de carbón.


ESTACIÓN DE DESCARGA DE CALATAYUD

La revista “La Vida en el Campo” dice:

“Al llegar a Calatayud las vagonetas, son descargadas a otro gran depósito, de cabida igual al de la mina y allí ya vacías o vueltas a llenar con carbón, retornan a su punto de partidas invirtiendo en el viaje completo unas 6 horas y semejando la perspectiva de este transporte, un largo rosario de grandes cuentas tendido y marchando a lo largo de montes y valles. Del depósito de Calatayud son cargados los vagones del Central que transportan el mineral al puerto de Valencia, de donde se exporta a los grandes centros siderúrgicos.”


También cerca de la estación de ferrocarriles había una casa situada sobre el trayecto del teleférico que la llamaban “la casa roja”, ya os podéis imaginar por qué. Ésta es la Casa colorada o roja de Calatayud, aproximadamente a finales de los años 60 del siglo XX. 

Recorrido del teleférico según Philippe Vivez.


Recorrido del teleférico desde las minas de Santa Rosa en Tierga hasta Calatayud.


Línea negra central con puntos negros, itinerario del tren de transporte aéreo de las minas de Tierga hacia Calatayud.


Publicidad antigua de J. Pohlig, que construyó el teleférico de las minas de Santa Rosa en Tierga. Podemos hacernos una idea de cómo sería la línea del teleférico con el dibujo ilustrativo de la publicidad, que sería muy real.


Fotografía aérea donde podemos ver a vista de pájaro todas las instaciones y edificios que comprendían las minas de Santa Rosa de Tierga. Vemos que estaban distribuidas en un radio de un par de kilómetros aproximadamente.

PARTE IZQUIERDA: Círculo grande azul (todas instalaciones de las Minas de Santa Rosa), Rectángulos rojos (poblados y casas mineras), círculo ⭕️ (actual pozo de explotación), círculo amarillo 🟡 (pozo antiguo original de las minas de Santa Rosa), círculo negro ⚫️ (molino de trituración), ⚪️círculo blanco (oficinas y laboratorio), elipse verde (instalaciones de trituración y envasado de la mina), elipse amarillo y línea amarilla (estación inicial y línea aérea de transporte), círculo morado 🟣 (explanada de almacenamiento del mineral ya envasado, naves y gran montaña de escombros sacados de la actual bocamina.

PARTE DERECHA: Elipse verde (minas de Mesones en el cabezo del azud), círculo azul (poblado minero con oficinas, casa del ingeniero, viviendas mineras y talleres); elipse roja (central térmica con chimenea y viviendas mineras).


PLANO AÉREO DE LAS MINAS DE SANTA ROSA DE TIERGA DE LOS AÑOS 1956-57. En esta fotografía antigua podemos observar en el centro en círculos rojos las ruinas de cuatro edificios de viviendas, de los que se pueden ver actualmente ruinas de tres de ellos, el cuarto, más cercano a la zona donde han sacado los escombros de la mina, actualmente está cubierto por dichos escombros. Círculos verdes, poblado minero principal al lado del pozo de Santa Rosa, con viviendas mineras, cuartel de la guardia civil, escuelas, enfermería, iglesia…Círculo amarillo, montaña de escombros. Círculo negro, estación inicial del teleférico. Círculos azules, otro poblado minero con tres casas.
Se puede observar en este plano general que el poblado minero no estaba concentrado en un solo sitio, sino que estaba desperdigado por el barranco del Judío y la ribera del río Isuela, y que había casas de viviendas de distintas calidades según la cualificación de los empleados.


Plano interministerial de entre los años 1973-86. Se observa claramente en el círculo azul con respecto a la fotografía anterior que ha aumentado enormemente la montaña de escombros, habiéndose tragado un edificio y medio de otro de las viviendas que había justo debajo en el barranco.


Mapa de los años 1956-57, donde se observan claramente las plantas de los edificios junto al río Isuela. El poblado minero de Santa Rosa de las minas de Tierga, era un todo constituido por diferentes edificios a lo largo del barranco del Judío y la ribera del río Isuela, a ambos lados, junto al puente que cruza al río construido con traviesas de madera y hierro que lleva a las actuales minas. Círculos azules, uno de los poblados mineros, donde se encontraba la casa del ingeniero, oficinas, taller, cocheras y viviendas de mineros. Círculos rojos, donde se encontraba la central termoeléctrica, la chimenea y viviendas mineras.




El color rojizo del mineral lo inunda todo.


Puente que cruza el río Isuela y lleva a las minas.


Una vez desaparecido el teleférico, el mineral de las minas se transporta en camión. Aquí vemos uno atravesando el puente sobre el río Isuela, que está hecho en su parte de arriba con traviesas de madera.






Edificios de la central termoeléctrica. Fotografía auténtica, se ve un carro tirado por machos a la derecha. También se observa que ya estaba construido el túnel que conectaba la central con la chimenea para la salida de humos.


Actual estado de los edificios de la central termoeléctrica.


Central térmica totalmente derruida, siendo utilizada de corral de ganado.






Lo que queda de la central térmica. Son espectaculares los ventanales de la central.








Esto dice la Revista Ibérica de cómo obtenían potencia eléctrica en las minas: 

“La fuerza que mueve los potentes motores eléctricos, que para las diversas instalaciones existen en distintos pabellones de la mina, procede ordinariamente de la central hidroeléctrica que la Sociedad “Saltos del Huerva y el Jalón” tiene establecida en Purroy; en la cual hay instalado un transformador de 300 kilowatts para obtener la tensión de 5500 volts, que es a la que se efectúa el transporte. Aunque también posee la Compañía Aragonesa a orillas del Isuela una magnífica Central térmica, compuesta de dos alternadores trifásicos de 224 kilowatts cada uno a 5250 volts, la cual puede trabajar paralelamente con la hidroeléctrica de Purroy. El objeto de esta central de vapor es de reserva para la época de estiaje y con la mira a mayor desarrollo en la producción y trabajo.”


Central termoeléctrica al lado del río Isuela, en un gran edificio de piedra y ladrillo. La chimenea estaba soterrada y ascendía por la ladera de la montaña buscando el desnivel suficiente y así provocar el tiro necesario para la combustión y salida de humos. Ahora los pocos muros que quedan de este edificio se emplean para corral del ganado.


Chimenea de humos de la central térmica que utilizaba carbón para su funcionamiento y que traían de Calatayud en la vuelta de las vagonetas del teleférico a la mina de Tierga, una vez que habían descargado el mineral en Calatayud.


Interior de la chimenea.










Túnel de la chimenea que baja hasta la central térmica.






Fotografía aérea de la chimenea, a la izquierda central térmica, a la derecha poblado con la casa del ingeniero con el poblado y "al fondo, cabezo del Azud, donde están las minas de Mesones".








Chimenea de la central térmica. La chimenea estaba soterrada y ascendía por la ladera de la montaña buscando el desnivel suficiente y así provocar el tiro necesario para la combustión y salida de humos de la central térmica.




Interior de uno de los edificios de la central, usado posteriormente para encerrar ganado






Casas de trabajadores junto a la central térmica.


Viviendas junto a la central.






Interior de una vivienda minera en la zona del poblado de la central térmica.






La central térmica, de 700 HP, en la desembocadura del Barranco del Judío en el río Isuela, tomaba el agua por medio de una acequia y se dejaba reposar en unas pequeñas balsas que la decantaban para ya, libre de la mayoría de impurezas, ser utilizada en la producción de vapor en dos calderas Babcock.




Desembocadura del barranco del Judío al río Isuela.



Oficinas, casa del ingeniero y de empleados, recién construidas en el año 1913. 

El Sindicato explorador de las Minas de Tierga, invirtió sumas de importancia en la exploración de las minas de Tierga y en las de Mesones próximas que posteriormente abandonó. Después de encontrar el mineral, estudió varios proyectos de transporte y finalmente preparó el que se adoptó por la Compañía Aragonesa de Minas, que atraviesa con un cable aéreo una de las zonas más difíciles y costosas de España para el trazado de ferrocarriles. Descartando la opción del transporte en tren desde Morata a las minas de Tierga pues salía el transporte un céntimo más caro por kilo del mineral.
Información obtenida de la revista “La vida en el campo”.


Actualmente así se encuentran las oficinas, casa del ingeniero y de empleados.






Oficinas




El ingeniero que vivía en esta casa, era belga y se relacionaba mucho con el maestro de Mesones “el tal Barrios”. En aquellos tiempos, las personas más preparadas académicamente (médico, maestro, ingeniero…) siempre tenían más relación por su preparación, pues muchos habitantes de Mesones (agricultores, labradores, mineros) no sabían leer ni escribir. Esta casa tenía en su lado izquierdo, a nivel de suelo, una terraza acristalada muy bonita ya desaparecida.






Panorámica del poblado con la chimenea a la izquierda.


El barranco del Judío esconde una sorpresa de la que nadie se acuerda…


… una balsa.


Construyeron una presa en el barranco del Judío, que creó la balsa artificial de agua, desde donde la canalizaban con una tajadera a una acequia, que después la llevaba al poblado minero.


La balsa está muy sucia. Vemos el palo vertical de la tajadera, el resto de ésta permanece oculto entre la maleza.






POBLADO MINERO O CASERÍO DE LAS MINAS DE SANTA ROSA DE TIERGA EN EL BARRANCO DEL JUDÍO

El poblado minero de la mina de Santa Rosa (Tierga) recién construido a principios del siglo XX (1912-1913). El edificio de la derecha tan bonito eran casas de los trabajadores, al parecer de encargados o trabajadores más cualificados. El del centro también era una vivienda minera para obreros. El  siguiente que hace U es el edificio del cuartel de la Guardia Civil que había en el poblado minero, aunque también alguna de esas habitaciones de la U se empleaban de escuela, iglesia y enfermería, según las necesidades. Las dos casas de más arriba a la izquierda eran viviendas de mineros. Este poblado se encuentra en el lado izquierdo del barranco del Judío, debajo de los edificios actuales de las minas de Santa Rosa.

Todo esto se hizo en un breve periodo de tiempo; en un lugar donde previamente no había nada, ni luz eléctrica, ni caminos de acceso. Donde según dice la revista “La Vida en el Campo” de 1913 había:

“amplio y bien ordenado almacén, diversas casas para empleados y capataces, enfermería, hospital dotado de numeroso instrumental de cirugía, cuartel para la Guardia civil, oficinas y Casa Dirección.
Costosas instalaciones que para la explotación de sus minas de hierro, sitas en el término de Tierga realizó la Compañía Aragonesa de Minas en el año 1913”.

La casa más pequeña de color blanco que se ve al fondo era la cantina.

En primer plano se ven las vías del tren que llevaba el mineral a la estación inicial de carga. Sin duda fotografía entrañable para guardarla, pues es un pedazo de historia desaparecida y no hay ninguna otra fotografía del poblado.


Estado actual del poblado minero más cercano a las minas de Santa Rosa.






Casas de mineros, al parecer estas eran de capataces o de trabajadores más cualificados.




Vivienda minera, con salón cocina y dos habitaciones.
















Restos de edificios del poblado minero, al fondo se ha construido un nuevo edificio para las minas.


Taller de reparaciones. La revista “La Vida en el Campo” dice:

“Es también digno de visitarse un completo taller de reparaciones con un moderno equipo de máquinas herramientas, que permitirá verificar toda suerte de trabajos para el servicio de aquellas instalaciones.”


Estación inicial


Estación inicial. La zona por la que circulaba el tren está llena de material mineral desechado.


Restos de casas del poblado minero, quedan algunos muros de piedras y adobe. Algunas de estas casas están bajo los escombros, y otras están a punto de ser engullidas por la montaña de escombros.


Al fondo vemos un edificio ya derruido.


En primer plano, casas del poblado minero de las que sólo quedan partes de sus muros, al fondo, la estación inicial.




Planimetrías, con documentos manuscritos realizados entre los años 1870 y 1950. Línea roja con puntos, zona por donde iba el tren aéreo. Cuadrados rojos, casas del poblado minero.


Ruinas del caserio de Santa Rosa o poblado minero con instalaciones al fondo.


Vagonetas originales del tren eléctrico. Un lujo encontrar las dos únicas vagonetas que quedan del tren eléctrico.




Esta fotografía antigua publicada en la revista “La Vida en el Campo”, nos ha proporcionado una imagen de primer plano de las vagonetas del teleférico que, como vemos, son diferentes a las encontradas y nos indican que pertenecían al tren eléctrico y no al teleférico.




Visión general de las minas de Santa Rosa, desde los montes de encima del barranco del Judío.







Comentarios

  1. Supongo que este reportaje acabará en la Universidad, deberá ser materia obligada.
    Para la comarca puede ser también importante que el mundo conozca esto. Lo que sí habría que hacer es intentar conservar parte de esto. Si no, este reportaje será el único testigo que quede.

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  2. Un reportaje espectacular. Es una pena que semejante obra no sea ni siquiera conocida por los habitantes de los pueblos a los que afecto, creo que para bien.

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