“EN PELO BUENO” PRIMER “DICCIONARIO” DE PALABRAS “MESONERAS”
“EN PELO BUENO”
INTRODUCCIÓN
El otro día era el hijalve en el paraje de los Cañares, el agua estaba entibada en la parada de los Bolos. Cojí la sotera y fui a regar la tabla de mi padre en la que tiene peros de Roma. Levanté el batidero y el agua comenzó a bajar por el brazal hasta que llegó al tablar. Mientras regaba, me tumbé en el ribazo a la fresca, donde corrían voladas de aire que mitigaban el calor de ese día veraniego. Sin querer, di una cabezada, a lo que espabilé, el agua se escorría por la olma, con tan mala suerte que se cayó un portillo al tablar del vecino. Rápidamente subí por el cajero de la acequia para cortar el agua, con tan mala suerte que con el lastón me esbaricé y me estozolé contra la tajadera que había en la il-la, haciéndome un trinque en el brazo.
Cualquier mesonero con canas entiende perfectamente lo que se dice en este texto, no así los más jóvenes y, menos aún, los de la “capital”.
En este artículo he querido reunir unas pocas palabras que han utilizado nuestros mayores de Mesones, muchas de ellas apenas se utilizan por las nuevas generaciones, o ni siquiera ya las conocen (“porque la mayoría nunca habrá ido ya a regar”); otras las seguimos utilizando (algunos) con normalidad, sin darnos cuenta que son palabras muy nuestras y que no se conocen en otros sitios.
Digamos que esto puede ser el “PRIMER DICCIONARIO MESONERO DE PALABRAS MENOS COMUNES (PARA OTROS)”, cuya finalidad es conservar parte de la riqueza lingüística de nuestros mayores de Mesones, y que sea un instrumento, a la vez, de consulta para el futuro para el que se interese por esto.
Lógicamente, solo puedo poner de éstas las que sabemos que se hayan dicho en Mesones, porque así me han informado también personas del pueblo (porque algunas tampoco las había oído yo; o no me acordaba ya). Y no supuestas palabras que se supone que también se hayan podido decir, por ser, por ejemplo, muy “aragonesas”. Si este estudio se hubiera realizado hace 100 años, por ejemplo, todavía saldrían muchas más palabras, seguro. Pero, es lo que hay. Y tampoco se pueden poner aquí muchas otras palabras que, aun sabiendo que no son comunes en otros sitios de España, sí lo son en la mayoría de los lugares de Aragón (solo habrá que poner alguna más significativa porque sea también muy “mesonera”). Para ello bastaría, pues, con poner aquí un enlace a un “diccionario de aragonés” y ya estaba hecho el artículo.
PALABRAS Y EXPRESIONES “MESONERAS”
Como el resto de los artículos del blog del “castillodemesonesdeisuela.com”, este artículo lo que pretende es recoger también una parte de la “historia de Mesones”; simplemente, para que no se olvide y desaparezca para siempre (ya que es el camino que llevamos hasta ahora casi con todo); al menos, lo que aquí se diga, que supongo, no es poco.
Muchas de estas “palabras y expresiones” (como pone el título) fueron apareciendo en el Facebook de Fotografías Antiguas de Mesones, fotografías que iba recogiendo asimismo después en dicho blog, en la sección de “fotografías antiguas”. Pero, no pretende ser este un artículo algo de lo más “completo”, ni mucho menos. Supongo que esto lo tendría que hacer algún experto en lingüística, gramática o en alguna de estas disciplinas, vamos. Pero, como, de momento, nadie lo ha hecho (y a la espera de que algunos de estos expertos puedan realizar algún día este estudio, ya más en profundidad y precisión; al menos, antes de que todo esto desaparezca para siempre) voy a hacer, con este artículo, por si acaso, lo que es, más o menos, una “enumeración”, poco más, de algunas de estas palabras o expresiones propias de Mesones (como pone el título) que no aparezcan o se suelan dar también en otros “lugares”.
Pero, aquí viene la madre del cordero: ¿qué palabras o expresiones pueden ser estas?, tan “particulares” de Mesones, es decir, de esta población, que no se digan en “otros lugares”. En muchos otros sitios se dirá que también son propias de su lugar. Y, efectivamente, así será; porque, seguramente, habrá muy pocas palabras o expresiones (o, ninguna) que sean solo propias y exclusivas de Mesones (como puede suponerse).
Como ya sabemos, la actual población de Mesones se formó, en un principio en 1611, con pobladores que habían venido de otros sitios (aunque alguno ya debió convivir un tiempo con los moriscos, como ya sabemos; algo se le quedaría -aunque, como ya sabemos también, ya todos, hasta los moros, hablaban “castellano” en ese momento por aquí; ya, al menos, se sabe, desde principios del siglo XV, seguramente, ya antes; quizás, desde la reconquista, nunca se habló otro idioma cristiano; eso sí, plagado de aragonesismos; porque muchos repobladores vinieron de Aragón; véase, por ejemplo, el apellido Aznar, del Pirineo aragonés-).
En realidad, todos repobladores de Mesones en 1611, y después, lo fueron de la “región”, de la zona (porque esto de decir “comarca” ya suena a algo más “institucional” -sin duda, deberían haber cogido otro término; lo de la “mancomunidad”, en el caso de Calatayud, ya es algo más “histórico”, aunque tampoco sea válido; no todos los pueblos lo fueron-) y, la mayoría, vinieron del valle del Isuela. Por lo que traerían las palabras y expresiones propias de cada sitio. Con el tiempo, sí que pudo conservarse (y hasta “crearse”) alguna palabra o expresión propia que no se conservara (o, creara) en otros sitios. Pero esto sería muy difícil, dada la relación continua con el resto de los pueblos de la comarca. Por lo que las palabras o expresiones de Mesones serán también las mismas, en su mayor parte, al menos, que las del resto de poblaciones de la zona, especialmente, de las más próximas. Por lo que esto no será algo solo “mesonero”, sino también de muchos otros lugares, al menos, cercanos.
Pero, siempre hay que establecer un criterio de “selección”, y este lo puede ser el que sean palabras o expresiones que se aparten de lo que puede ser más “habitual” en otros sitios (más bien, poco cercanos), y no solo porque sea algo propio solo de la comunidad autónoma (que lo puede ser), pero no solo eso; puede ser algo que en otras partes de Aragón, incluso, se desconozca; pero, que sí se conozca, por ejemplo, en otras zonas limítrofes con Aragón, como en la provincia de Soria, de donde vinieron a lo largo de los siglos muchos de los repobladores de esta región. Y, vamos, algo que se aparte también un poco de lo “normal” de un castellano común, siendo consciente, como ya he dicho, de que esta definición de “normal” puede ser siempre muy incierta. En definitiva (quizás sea lo más acertado), palabras o expresiones que cuando las oiga (o las lea) alguien que no sea de Mesones (ya sea de Zaragoza, de Madrid o de cualquier otra parte; incluso, de la propia zona o comarca; aunque esto será más raro) se “extrañe” o se “sorprenda”, vamos, que no las entienda; porque no las haya oído, o leído, nunca.
Por tanto, habrá muchos (de diferente lugar) que digan: esta sí la conozco, esta, no; esta, sí… Vamos, que puede haber para todos los gustos. Pero, lo que sí tendrán todas en común es que son palabras o expresiones que se dicen o se han dicho siempre en Mesones (aunque ahora ya muchas hayan caído en desuso; lo de la escolarización, sin duda, ha influido mucho en esto; palabras habituales en Mesones dejaron de serlo al enseñarse en la escuela a los chicos que así no se decía; vamos, que estaba “mal dicho”; por ello, muchas de ellas, prácticamente, ya han desaparecido con las nuevas generaciones; y lo que nos queda). Por ejemplo, lo de “tama” (por toma) lo decíamos antes todos los chicos (por lo que leí, en Brea también se decía mucho). Los de Zaragoza cuando venían de vacaciones, hijos de mesoneros, ya nos decían que no se decía eso, que estaba mal dicho, sino toma. Al final, fuimos “aprendiendo”.
Recojo, ya pues, algunas de ellas, pero, como “meros ejemplos” (todavía quedarán muchas más; además, este artículo del blog -o del libro, si lo pongo alguna vez esto en papel-, podría ser demasiado extenso; como para que la gente se cansara ya de leer -o saliera un libro tan gordo como el de “Petete”, vamos-; y como en algún otro sitio -seguramente, cercano- las habrá recogido algún otro, ahí quedarán también las que no ponga para que no se pierdan del todo).
Pero, he reunido, al final todavía, unas 1.000 (para que sea un número redondo; aunque ya he visto que pasan) de estas palabras y expresiones “mesoneras” (ya sabemos que serán también de algún otro sitio), a saber:
MASADA.- La pongo la primera, simplemente, porque puede ser una palabra importante para Mesones (para conocer la historia). Ya podemos suponer que viene de masar, del latín “massare”. Y que Mesones viene de “Masones” (de dicho gremio de los romanos). Sin duda, es también una palabra de esta comarca, pero que no se dice por otras partes (no sale en el diccionario). Y no tengo ninguna duda de que esto se decía ya también con los moros en esta comarca, sobre todo, en Mesones (y esto también al principio, en otra lengua, cuando hablaban árabe). Esta comarca, la del Aranda (y la de la zona; también, la “comarca”), fue, como sabemos, en su mayor parte, morisca; como buena parte del valle del Jalón (aunque no todo; en otros sitios los echaron varios siglos antes). Si en esta comarca, y en Mesones, se ha conservado, lo de “masada”, igual es por algo. Y es que habría que distinguir, sin duda, como dijo Alberto en el libro de la historia de Mesones (en los topónimos) esas dos épocas cristianas que tuvo Mesones.
La verdad sea dicha, en Mesones no se conoce otra palabra, otro sinónimo, para designar el concepto a identificar con la misma: aquí significa cantidad de masa (elementos mezclados) que se hace de una vez. Se utiliza en términos de construcción, de panadería… Ejemplo: “prepárame una masada de mortero, que hay que lavar ese trozo de pared” (seguramente, algunos, no habrán entendido nada; incluso, lo de “lavar”).
LAVAR.- “Lucir”. Pero se suele emplear solo, en este caso, para el uso con mortero. En este caso también se llama a esto “jarrear” cuando es alguna pared de una casa u otra contrucción..
LUCIR.- Enlucir: cubrir un techo o una pared con una capa fina de yeso, argamasa, escayola u otro material para procurar un acabado más cuidado. Al enlucir una superficie se tapan los materiales de construcción más toscos. Se suele emplear, al contrario que “lavar”, para dejar una superficie más fina, sobre todo, en interiores. Ni “lavar” ni “lucir” (ni “jarrear”) están en el diccionario con este significado, pero en Mesones se han dicho siempre y es algo todavía hoy “vigente”.
ESLAVAR.- Todo lo contrario: desgastar la erosión la superficie de algo. Se aplica a todo: irse por efecto del agua, el aire o el hielo el enlucido de una pared exterior (o parte de la propia pared, en el caso de las “adobas”); cualquier erosión de material,también por el roce o el uso; y hasta el propio suelo o la tierra (irse la tierra y quedarse la “lastra”). Ejemplo: “Esta pared está toda eslavada, habrá que volver a lavarla”.
ESCORCHÓN.- Descorchón: daño concreto en la pintura o en el enlucido de una pared o de otro objeto. Por ejemplo: “el busto de la ménsula del muro de la entrada del castillo tiene un escorchón en el hombro izquierdo”. Así salió en el libro del castillo, alguno igual no lo entendió. Ya sabemos por qué fue, lo del “escorchón” (el que lo hizo era muy “agudo”, o “listo”; vamos, un pillín).
ESCORCHADIZO.- “Escorchón”.
ESCARBADIZO.- Pequeño hueco hecho en el suelo a consecuencia de escarbar.
ENRONAR.- Cubrir con “enrona”. Esto es muy aragonés. Aquí siempre se ha dicho. La enrona valía para hacer un “cargadal”, también algo aragonés.
ENRONA.- Escombros, desechos de las obras y trabajos de la construcción. Sobre todo, se decía cuando se obrara en las casas antiguas y se tiraba alguna pared o un techo; era una mezcla de tierra (de las “adobas” o de los tapiales), piedras, argamasa (sobre todo, trozos de yeso -“aljerzones”-), maderas viejas, cañizos….(lo que saliera).
DESENRONAR.- Quitar la enrona.
CARGADAL.- Acumulación de tierra, arena, piedras… en el fondo de los ríos y acequias. También, relleno de un hueco del terreno con enrona, tierra, piedras… Ejemplo, en obras en el pueblo: “esto es un cargadal, aquí no saldrá lastra”. Se hacían para nivelar los terrenos.
LASTRA.- Suelo firme de roca. Es lo que se buscaba en las cimentaciones de las construcciones: en cuanto salía la “lastra” ya no había que cavar o picar más, ahondar más (aquí se decía “hondar”). Al estar Mesones en una montaña rocosa (por eso Mesones tiene muchas “costeras”), la “lastra” por aquí sale pronto, salvo que haya algún “cargadal”.
COSTERA.- Cuesta. La verdad es que aquí existen las dos cosas. Un paraje del término se llama La Costera.
ESPATILLAR.- Palabra “mesonera” cien por cien, no la he oído en ningún otro sitio. Tiene el significado de romper algún tipo de construcción (con esto se genera mucha “enrona”). También se usaba en el campo; ejemplo: “ten cuidado al labrar el campo con el cultivador, no sea que me “espatilles” la olma del campo de arriba y se caiga algún portillo”.
DESTROZA.- Destrozo grande. Ejemplo: “menuda destroza habéis preparao”.
ANIVELAR.- Nivelar. Era lo que se decía aquí. Y aparece en el “Diccionario histórico de la lengua española”. No es que sea, pues, cosa de “paletos”, como nos han querido hacer parecer siempre a los aragoneses; esto, al ser cuatro gatos: si hubiéramos sido más (como los catalanes, o los valencianos; vamos, con más votos), ya hubieran dicho que era un “dialecto”, o “algo parecido” (y no me refiero al “aragonés”); pero sin ese menosprecio que hemos tenido siempre. Al final, nos engañaron, y los creímos, de que éramos unos “paletos”.
REGLE.- Reglón: la regla del albañil, para sacar las paredes rectas al ir poniendo los ladrillos o las “adobas”: una regla larga de metal.
PALETA.- También, el que todavía no ha llegado aún a albañil. Un grado menor todavía sería “medio paleta” (que solo sabe algo del oficio). Para pequeñas cosas se les podía “llamar”.
ADOBA.- Adobe. Aquí siempre ha sido femenina: la adoba, las adobas, hacer adobas… (aún las hemos hecho nosotros de pequeños). Aquí antes todas las construcciones se hacían con adobes, salvo el primer metro de altura, que se hacía de piedra con argamasa (de yeso o cemento) para evitar la humedad del suelo. Después estas parades de “adoba” se “lavaban” con yeso (después ya se usó el cemento). A veces, los muros también se hacían de tapial en vez de “adobas” (esto del tapial ya lo recoge la RAE).
ADOBERO.- En este caso es al revés, en castellano es adobera. Molde donde se hacen las “adobas”.
AJADA, AJADÓN.- Azada, azadón; pero aquí con la parte metálica triangular. Si esta era algo curvada se solía decir “ajadón” (con este se sacaba más tierra si era para excavar). Para cavar y, también, para hacer la “masada”. (también la de las “adobas” -con tierra y paja-).
AJADILLA, AZADILLA.- Ahora ya se dice de las dos maneras; para los “viejos” era siempre lo primero): azada pequeña, generalmente, con dos partes metálicas opuestas diferentes, una rectangular y otra triangular o, al menos, terminada en punta; para diferentes tareas.
SOTERA.- “Ajada”, siempre, la de cabeza triangular. Es solo de Aragón. Aquí siempre se ha dicho.
CHAPO.- Azada con la forma metálica cuadrangular. Se utiliza para cavar para “matar la hierba”; era lo que se decía (la que se mata siempre es mala; por eso se mata). No valía para profundizar en la tierra, para eso estaba la de cabeza triangular, la “sotera” o el “ajadón”. Tampoco valía para “hoyar” viñas, se hacía con lo anterior.
PICA.- Sin duda, para picar en la tierra, cavar más hondo, para hacer algún hoyo (para plantar vides o árboles; o arrancarlos). Azada, generalmente, con dos partes opuestas diferentes: la una alargada, rectangular, estrecha y algo curvada, para ahondar en la tierra; y la otra afilada y más corta, para cortar raíces. Esta segunda parte no estaba en otros modelos. Se diferencia del “pico”, en el primer caso, en que la parte para cavar no es puntiaguda como en éste. El pico tiene más uso en las obras que en el “campo”; se sacan o se pican mejor las piedras gordas. Aunque, el que no tenía “pica”, tenía que llevar el pico para poder “hondar”. Después había que sacar la tierra del agujero con la “sotera”, que profundiza más que el “chapo”.
PICAR.- También, cavar en la tierra, especialmente, si se hace con el pico o la “pica”; ya es raro que no lo defina así la RAE. Tampoco está “picar” como escocer en la piel, escozor, tener picor.
TOCHO.- Ladrillo hueco de seis agujeros. Con esto desaparecieron las “adobas”. Una lástima: más frescas para el verano y más calientes para el invierno (ahora, gastar más del doble).
TOCHANA.- Ladrillo más grande que el “tocho” y con más agujeros. Aunque no la recoge la RAE, se emplea en el lenguaje de la construcción. Las construcciones se hacían con “tochos” y “tochanas”. Después se emplearon también los bloques de hormigón, sobre todo ya, para los locales o naves, o las tapias.
MALLO.- Mazo grande cuyo extremo es de hierro, muy pesado, que se utiliza en las obras “mayores”.
PICOLETA.- En Mesones, y en Aragón, piqueta de albañil (además, suena mejor). Para las obras “menores”.
TALOCHA.- Llana de madera: tabla pequeña con un mango que usan los albañiles para lucir el mortero y repasarlo, dejarlo liso. Pasar la “talocha” es “talochar”.
PEGOTE.- Además de lo que pone el DLE, también es: obra de construcción muy pequeña, que se termina en poco tiempo. Para esto se suele emplear mucho el yeso; lo de la obra “menor”. También se le suele denominar a esto “chapuza”, aunque no sea una chapuza y esté bien hecho.
ALGERCERAS.- Yeseras, caleras. Lo pongo con G porque así salía en los “mapas”(en la “construcción”, en obras mayores, también, antes eran algo fundamental; era el material más empleado; lo del cemento “moderno” vino después).
ALJERZONES.- Son trozos grandes de yeso seco que cuando se reformaban casas y otros lugares se cogían y se reutilizaban para convertirlos de nuevo en yeso. Para ello se cocían en hornos cerrados, con fuego durante uno o más días, que se preparaban en algunas eras del pueblo. Una vez cocidos se extendían en la era y se machacaban con algún “rodillo”, quedando polvo fino, para posteriormente llenarlo en sacos. Y otra vez teníamos el yeso preparado para trabajarlo. Era economía de subsistencia. Todo se aprovechaba, no quedaban residuos, no hacían falta escombreras, y era una forma de obtener algo de dinero. Dicen que aún salía con esto mejor yeso.
ALJUB.- Palabra muy antigua en Mesones, ya desaparecida. Aparece en un documento del siglo XVI, cuando aquí había moros. Pozo para cocer la piedra caliza para hacer cal o yeso. Después se llamaron caleras y hornos (más “castellano”, o, “cristiano”).
BOQUERO/A.- Boquete: abertura, agujero (para los muy mayores, aquí era “bujero”, nunca dijeron agujero; a nosotros ya nos enseñaron mejor) en una pared o en otro sitio.
En femenino también es en Mesones la entrada a algún sitio estrecho, con el sinónimo de boca, la “boquera” (como la entrada a algún cado o madriguera, como la de los zorros). Y también es una clase de oliva, la “Boquera” (es posible que no se llame así en ningún otro sitio). Viene de boca porque se solían dejar para comer. En otros pueblos de la comarca las llaman Manzaneteras, al ser grandes y redondas. Los de La Almunia (al bajarlas para aceite, ya algo tarde) las apreciaban mucho, se las comían hasta crudas.
VERDILLA.- Otra clase de oliva. Creo que en pocos sitios se le llama así. En algunos pueblos de la comarca se le dice Royal, porque no llega a ponerse negra al madurar. Da un aceite excelente y vale para ponerla en agua, tanto en verde como madura. En este último caso el color no es negro sino un marrón oscuro. Es el fruto del “Verdillo”. Es “añero”. Son los olivos más antiguos de Mesones, los centenarios. Son los que están por las Parromeras (las de Mesones y las de Nigüella) y los que había por el Olivar, los que arrancaron hace ya muchos años para poner peros; creo que solo queda uno. También quedan algunos sueltos por el resto de la Huerta y por encima de los “cajeros” (sobre todo, por Valles, los Cañares y la Tejera; los que los ponían no eran tontos, así los olivos chupaban de la acequia), y por Andacón, unos pocos. Por Andalucía creo que son Verdiales. Ahora los que predominan por aquí son los “alberquinos” (arbequinos), porque se adaptan mejor al secano de por aquí (y no tanto al regadío); su oliva, por aquí, la “alberquina” (arbequina). El aceite, excelente. Ya puso mi abuelo un campo de estos; ya ha pasado también lo suyo.
“Verdilla”. Este árbol tenía pocas olivas y el fruto se ha puesto más oscuro. Si tienen más cosecha el fruto maduro presenta tonos rojizos y verdosos, como el “alberquino”.
“Alberquina” (arbequina). Como el “verdillo”, con mucho fruto, las olivas no llegan a ponerse negras como el “negral”. A estas aún les falta un poco para madurar, pero no llegarán a ponerse negras; algunas se quedarán siempre verdes. Por ello, no valen para agua. Pero cuando hay poco fruto sí llegan a ponerse más negras y, aunque el fruto no es muy grueso, el sabor es diferente y muy apreciado. Es una oliva, pues,mucho más pequeña, pero es muy productivo al tener muchos más frutos.
AÑERO.- Vecero, que da fruto un año sí y otro no, por lo general: “este año no les toca”.
NEGRAL.- Empeltre. Menos “añero” que el Verdillo. En otros pueblos de por aquí el Empeltre es el Empeltre; y el negral otra clase también de olivas negras. También hay alguno por aquí de esos. Pero aquí todas las olivas negras (y los olivos) son negrales. No vale para oliva verde, pero para negra será de las mejores, como también su aceite.
“Negral” (empeltre). Aquí, aún no han madurado del todo las olivas, ya que se ponen más negras.
BORRAZ.- Malla con la que se cogen las almendras o las olivas. Antes eran de paño, de tela, por eso también se llamaban “mantas”. Los de La Almunia no sabían qué era un borraz (supongo que ahora aún menos).
MANTA.- “Borraz”.
ZAPATETAS.- En las tareas agrícolas, cuando el suelo está mojado, trozos de barro que se unen a las suelas de los zapatos y se depositan después en el suelo o en los “borraces” al pisarlos. Cuando estas son grandes y no son pocas, se dice: “vámonos ya que así no se puede trabajar, no hacemos más que zapatetas”.
PEINE.- Instrumento de mano con dientes o púas para coger olivas. Se va pasando entre las ramas para que caigan las olivas al “borraz”.
RUEJO.- En castellano, según la RAE, es piedra redonda o rodillo de piedra. También, según la RAE, en Teruel y Zaragoza, rueda de molino. En Mesones era el lugar donde se molían las olivas (aquí nunca se dijo aceitunas), es decir, donde había una rueda de molino, un ruejo (en casa de Ventura había uno y en la de Ostáriz otro -éste fue de los Matojas, también, Ostáriz; tenían muchos olivos los Matojas; eran de los “riquillos”; la mayoría estaban en el Olivar: de estos ya no queda ninguno, solo el nombre del paraje; los arrancaron para poner “peros”-).
REMOLDAR.- Podar o “mondar” olivos. La “remolda” es la acción de remoldar. Y al que la hace se le llama “remoldador”.
MONDAR.- Podar.
ESPODAZAR.- Podar de malas maneras, cuando no se tiene tiempo: cortar, sobre todo, la punta de los sarmientos o ramas de los árboles. Esto se hacía con las vides el año que se iba a arrancar la viña. Este año echaba mucho más fruto al haber más sarmiento. Ahora también se hace a veces con las nuevas plantaciones de frutales: se les pasa una cuchilla por arriba y por los lados y ya están podados, vamos, “espodazados”.
ALADRO.- Arado. Debe ser propio de Aragón y de Navarra. Aquí era lo que se decía.
BRAVÁN.- No sale en el DLE, pero en Aragón y en otras regiones próximas debe ser común: arado metálico provisto de doble sistema de piezas activas para voltear la tierra. Aquí siempre se ha dicho, desde que lo sacaran.
BARRÓN.- Barra de hierro gruesa y pesada que se utilizaba para diversas actividades. También, algo más pequeña, colocada en la punta de la teja del arado o del “brabán”, va abriendo el surco.
TRADILLA.- Traílla, instrumento para allanar el terreno. Las que había por las cabañas se las llevaron todas. Aquí se llamaban también “robaderas”, al quitar tierra de un sitio para llevarla a otro.
ARROBAR.- Lo que hacía la “tradilla”, “robadera” o “arrobera”.
MOLÓN.- Rodillo que se pasa por la superficie de los campos para dejarla llana y para quitar los “tolmos”.
MOLONAR.- Pasar el molón por el campo.
TOLMO.- Terrón: masa de tierra pequeña y compacta que hay que romper con el “molón” (antes se hacía con la azada o con la “tabla”). Lo de terrón era algo totalmente desconocido por aquí, aunque se supiera ya lo de destripaterrones. También, los “tolmos” de azúcar: los terrones de azúcar. Es todo lo mimo, como vemos.
TABLA o RASTRA.- Tabla de madera gruesa con unas cuchillas de hierro incrustadas en una de sus caras (la que iba por la tierra), que era arrastrada por una “caballería”, con el agricultor sobre ella, para quitar los “tolmos” y que quedara llano el campopara poder sembrar. Ejemplo: “hay que “tablear” este campo con la “rastra”, que hay muchos tolmos”. Aún nos tocó hacerlo a alguno.
TOPADOR.- Donde ya no entra el arado (topa) en un campo al haber roca en el suelo, “lastra”. A tener muy en cuenta cuando se labraba, ya que si no los veías podías romper algún brazo de las rejas del arado, en este caso del “cultivador”. El buen labrador sabe en sus campos donde se encuentran los “topadores”.
ORILLO.- Orilla de un campo de cultivo, borde del campo, todo lo que es su perímetro. Ejemplo, cuando se labra: “no te arrimes tanto al orillo que te vas a comer el ribazo”.
CABALILLO.- Caballón: lomo de tierra que se dispone para poner las plantas y contener las aguas o darles en su caso dirección en los riegos. En cada “cavalillo”, por lo general, habrá una línea, hilera o “carrera” de plantas; ya que a veces solo se hacen para contener el agua de riego a manta; alguna vez para evitar que se caigan las “olmas”. Y es que la huerta de Mesones es así, llena de “olmas”.
HOYAR.- Labor agrícola que consistía en quitar con una “sotera” (azada o azadón de cabeza triangular) la tierra alrededor de las vides (aquí se llaman “cepas”), para cortar las raíces más someras, que era el fin principal, por lo que además de llevar la “sotera”, llevabas unas tijeras pequeñas de podar para cortar las raíces del “borde”, y a la vez se la limpiaba de hierba y quedaba un hoyo que facilitaba la recogida de agua cuando llovía si la viña estaba algo en ladera, con pendiente. Antes había muchas así, en ladera, ya que se labraban con “caballerías”. Estas desaparecieron todas hace tiempo, cuando salieron los tractores. Ahora ya también el resto (ya no queda gente para cultivarlas). La caza también se resintió al arrancar las viñas: ya no tenía donde refugiarse. Además, los agricultores ahora con los grandes tractores labran hasta los ribazos, donde ya no crece vegetación. También porque en la PAC te descuentan los ribazos. Así ya no puede esconderse ni criar tampoco la caza. Lo malo que al no haber ribazos el agua se lleva toda la tierra buena del campo. Vamos, que “Europa” está convirtiendo España en un desierto (más tontos ya no podemos ser).
CEPA.- Vid (supongo que se dirá también en muchos sitios). Aquí no es el tronco de donde sale la vid, sino la propia vid. Aquí nunca se ha dicho vid o vides, sino cepa o cepas (una viña es un conjunto de “cepas”). En la documentación antigua de Mesones las viñas eran “majuelos”.
BORDE.- Portainjerto de la vid. También se les llama así a los portainjertos de los árboles frutales. Los más mayores le dirían el “masto” (algo que ya no se dice).
ESBORDECINAR.- Quitar los brotes de la vid que salían fuera de los pulgares que no tuvieran fruto y así la cepa quedaba limpia y arreglada, no desperdiciando sabia en estos. Así, al que “esbordecinaba”, cuando llegaba la época de “esrayar” le cundía mucho más.
ESRAYAR.- Quitar algunos “rayos” (brotes de la vid que salen entre las hojas y el sarmiento). Estos no tendrían racimos ese año. Así la planta puede criar mejor las uvas.
ESPUNTAR.- Despuntar, cortar las puntas. Se suele aplicar a las puntas de los brotes. Al “esrayar” siempre se cortaban las puntas del sarmiento, dejando sin “esrayar” el último brote; será por donde siga creciendo el sarmiento. Algunos que no tenían tiempo simplemente “espuntaban”, con un machete o una hoz iban cortando los brotes, los sarmientos, para paralizar la sabia de la planta y que “liara” mejor la flor de la vid.
LIAR.- Que la flor se convierta en fruto, que se fertilice. Si la planta tiene mucha sabia, mucha “fuerza”, suele “tirar para ella”, como se dice, para seguir creciendo y, para ello, no debe tener aún el fruto; ya lo tendrá cuando sea más grande para “tener más frutos” (al ser más grande; en realidad solo tendrá más semillas -que es lo que le interesa-, no más peso en fruto, que es lo que le interesa al agricultor).
AMORGONAR.- Enterrar un sarmiento largo de la vid en la tierra sin cortarlo, dejando la punta por fuera, y así al año siguiente tienes dos cepas en vez de una, de esa manera se intentaba tener más producción en viñas de regadío y de paso poner unos “faltos” en el “campal”: “hoy iremos a amorgonar la viña de la huerta”. Acodar un sarmiento para que eche raíces.
VENDEMAR.- Vendimiar. Los más jóvenes igual ya dicen lo segundo, que es lo que se dice por la “tele” y por los libros. Y es que por aquí ya casi no quedan viñas. Antes se llegaron a coger hasta dos millones de kilos al año (vamos, una barbaridad para un pueblo así), y todo en secano.
COVANO.- Cuévano: cesto grande y hondo, poco más ancho de arriba que de abajo(aunque por aquí eran iguales de anchos por arriba que por abajo, solo por el centro se estrechaban -para agarrar mejor la “carga”-), tejido de mimbres, usado especialmente para llevar la uva en las “caballerías” en el tiempo de la vendimia. Después se solían descargar en las “pilas” una vez pesados, si eran para la venta. Otras veces se llevaban ya directamente al lagar. Todo el mundo se hacía su vino para casa, para tener para todo el año. Aquí se decía que el que no se bebía un litro de vino al día “no era hombre” (el que no fumaba, tampoco). Como no todos bebían lo mismo, algunos se hacían mucho más que otros; algunos necesitaban una viña entera para ellos (vamos, que bebían más vino que agua; algunos ni la probaban en todo el año).
PILA.- En este caso, lugar donde se descargaban las uvas de los “covanos”; eran de ladrillo “lavado” con “cemento” (hormigón) y con un cuadrado más hondo en una esquina para recoger el caldo, el mosto. También se llamaban a estas pilas “pesos”, al ser donde se pesaban las uvas que se vendían y compraban. También “pila” es un abrevadero para el ganado (un pilón). Aquí en Mesones ya sabemos que esto es muy importante. Para la República hicieron la “pila” de la fuente de Andacón (y la fuente, como está hoy), para que abrevaran las caballerías y los “ganaos”. Y la pequeña “pila” (“abrevador”, pilón) de la fuente de las eras. La de la fuente Nueva ya sabemos que la hicieron antes, con la dictadura de Primo de Rivera; ya hemos visto alguna foto de cuando la inauguraron.
RAMPALLO.- Racimo de uvas pequeño. Son los que suelen maduran más tarde y se dejaban por ello sin coger cuando se vendimiaba para no perjudicar la calidad del vino. Después se solían coger aparte, ya maduros, para hacer mostillo o para comer migas (alimento diario antes en Mesones) con uva; así se pasaban mejor. Por todas las calles del pueblo se oían repiquetear las sartenes con las raseras antes del amanecer, para que no se pegaran las migas al hacerlas. Después se comían directamente de la sartén puesta en el hogar (para que no se enfriaran) cada uno con su cuchara: cada cucharada, una “ganchada”. Aquí no sé si había tiempos muertos para beber, como en el rancho (alguien echaba un trozo de pan a la sartén y decía “mojón”, y ya nadie podía comer más; era para que todos echaran un trago, de vino; se irían pasando el porrón o la bota; el que tuviera más “sed”, “pingaría” más).
FALTO.- Cuando se seca alguna “cepa” (vid) o algún árbol (también en el caso de hortalizas) se produce un “falto”. Se intentará reponerlo (plantando de nuevo en ese lugar) si se quiere seguir en un futuro próximo con el cultivo.
“PLANTAO”.- Viña en los primeros años de la plantación. Para “plantar” una viña lo primero que se hacía era preparar el terreno, haciendo un “labrao” de profundidad con la “vertedera”. Después se pasaba el “cultivador” con un rodillo o tabla detrás, o un madero atado con cadenas o cuerdas “recias” para que quedara toda la superficie del campo lisa. Después se “floreaba” y con la sotera se iban plantando los “barbaos”, los “bordes” americanos (los que se utilizaron después de la filoxera), echándoles un poco de agua. El año que su tronco ya tenía, al menos, la “reciura” de un dedo, se injertaban en la primavera. Para ello, se descubría el “borde”, se cortaba del todo, un poco por debajo del nivel del suelo, y se le hacía una raja para introducir el injerto (un trozo de sarmiento cortado en forma de púa con dos yemas). Se ataba bien con rafia (la fibra vegetal de dicha planta) y se envolvía del todo con tierra haciendo un montículo. En el verano el injerto ya debería haber brotado y salido por encima de ese pequeño montículo. Algunos no lo hacían y solo aparecía nuevamente el “borde”, con lo que había que repetir otra vez la operación al año siguiente. Si la planta estaba fuerte, se podía injertar también para septiembre, de la misma manera. Para la primavera se vería si el injerto ya había “agarrao”.
HOCIÑETE.- Utensilio de corte curvo (como un pequeño cuchillo) utilizado para cortar (coger) las uvas de las vides (no en muchos sitios se debe decir así). Quizás, como una “hoz pequeña”. También se le decía “hociño”.
“A PUNTA DE HOZ”.- Segar la mies realizando el corte a menos de un palmo de las espigas, pues una tormenta con el agua la ha “revulcao”, y ha quedado en el suelo. Entonces la recolección había que hacerla “a punta de hoz”, se decía, sacarla a punta de hoz, resultando los fajos más pequeños porque no se podía apurar tanto al cortar los tallos de la mies.
MANADA.- En Mesones era también la mies que cogía en la mano no diestra cuando se segaba a hoz. Los segadores con la misma mies hacían una “revuelta” para que la “manada” fuera más grande. Cuando ya no cogía más en la mano se dejaba en el suelo conformando una gavilla. Con 4 gavillas se hacía un fajo, algunos también las hacían de 5.
FAJINA.- Conjunto de haces (fajos) de mies que se dejan en la era para después proceder a la trilla (debe tener algo que ver con “jina” -fajos unos encima de otros; la vemos luego-). El verbo es “enfajinar”, poner unos fajos encima de otros, hacer “fajinas”.
FASCAL.- Hasta a nosotros nos suena también ahora raro. Conjunto de 30 fajos de mies que se amontona en el campo mientras se siega, y corresponde a una carga (sería para un carro; para las caballerías serían menos). Estas cosas, como muchas otras, ya no se conocen aquí, aunque era lo que se decía antes.
CONTORNAR.- Dar vuelta a la mies en la era con la horca mientras se trilla.
RASTRO.- Herramienta que se utilizaba para amontonar la mies una vez trillada. Había dos “rastros”. El de mano (utilizado a mano) tiene un mango de madera largo, redondo y grueso, para empujar, y en el extremo lleva una tabla alargada curvada. Ejemplo: “Ves al pajar a coger el rastro para amontonar la parva”. El otro es una tabla de madera también un poco curvada, que se ataba a las caballerías para amontonar la mies recién trillada, de 20 a 30 centímetros de ancha por dos metros de larga. Primero se hacía con esto (lo más gordo) y después con lo primero, para “replegarlo” ya todo.
PACA, ALPACA.- Fardo de paja o “alfances” bien “preto” -apretado-, prensado y atado con cuerdas (esto es ya algo más “moderno”). Antes, desde la era se metía la paja directamente al pajar (este solía estar a un nivel algo inferior a la era para meterla con el “rastro”; simplemente se empujaba con el rastro y ya se metía sola). Después se iba sacando poco a poco en sacos hechos de esparto, de arpillera (aunque aquí era “alpillera”) para dar de comer a las “caballerías” en la cuadra, echándola en el pesebre. Al propio saco se le llamaba ya “alpillera”. Ejemplo: “ve con la alpillera al pajar que ya no queda paja para que coma el macho”. Como las eras y los pajares no estaban cerca de las cuadras, había que ir de vez en cuando a por paja con la “alpillera”. Los jóvenes ya no saben nada de todo esto.
SACA.- Saco grande para meter el grano (trigo, cebada, avena, centeno, maíz…) o las legumbres (judías -alubias-, habas, garbanzos -estos menos-…). Había sacos, sacas y talegos (aquí, “talegas”; los sacos que son más largos). Aún nos tocó subirlos a los graneros.
DALLA.- Guadaña. En Mesones, sobre todo, para segar “alfances”. A veces, también, para segar la mies en las huertas, en vez de con la hoz (debía “cundir” más -hacerlo antes-; esto se decía mucho en Mesones; también para otras cosas, las de la RAE). Lo de “dalla” debe ser solo de Aragón y Navarra. Cada cierto tiempo, durante la faena, había que “PICAR LA DALLA”: afilar la dalla martilleando el corte contra una especie de yunque pequeño que se clava en el suelo. Después, para “rematar” el afilado, se pasaba una piedra de afilar que vendían.
ALFANCE O ALFALCE.- Alfalfa. Ejemplo: “hoy iremos pronto a replegar los alfances de Andacón, que ya estarán secos, antes de que llueva” (después de “dallarlos” -de “dallar”- con la “dalla”; aunque aquí se decía también “a tirar alfances”; después venía lo de “replegar alfances”, haciendo fajos, atados con los “fencejos”; antes, algunos les daban la vuelta para que se secaran antes; vamos, por si llovía: perdían calidad si se mojaban).
FENCEJO.- Unión de dos conjuntos de juncos, a modo de cuerda, para poder atar los fajos de “alfances” o mieses. También se hacían con los tallos de la mies si estos eran largos y gruesos (en el caso de los trigos y cebadas). En Mesones se empleaban también los “chupones” de los chopos “fencejeros”, que son flexibles y resistentes, sobre todo, para atar fajos de ramas. Antes se replegaban todas del campo, de la poda. Y de las choperas (se cortaban todas las ramas menos las puntas; para que comiera la hoja el “ganao”). Para cocinar y calentarse era necesario tener leña todo el año y, especialmente, para el “mondongo”. Los fajos se solían guardar apiñados encima de la tocinera o encima de alguna caseta del corral. A este espacio se le llamaba “jina”. Hoy ya no se ven “jinas” por ningún corral.
JINA.- Lugar en alto del corral, encima de alguna pequeña construcción, donde se guardan apiñados, con varias alturas, los fajos de leña (las “tocineras” eran el lugar más apropiado).
DALLÓN.- “Dalla” corta empleada para “esbrozar”. Algunos lo tenían.
ESBROZAR.- Desbrozar: quitar la broza de los “ribazos” y las “ceiquias”. En Mesones, y seguramente en muchos otros sitios, los verbos castellanos que empiezan por “des” se suelen cambiar por “es”, como este caso. No puedo poner todas estas palabras, aunque sea algo muy “mesonero” y, quizás también, de muchas partes de Aragón. Solo, quizás, algunas más interesantes.
LASTÓN.- No en todos sitios se dirá así. Es una herbácea fina y corta, que se cría especialmente en los ribazos y “cajeros” de las acequias y regaderas, al no labrarse y tener humedad, y que bien se quemaba para el invierno (después volvía a brotar con más fuerza), cuando estaba más seca, o se “esbrozaba” (se cortaba y se quitaba) para que no cegara los cauces de agua (las “ceiquias” y las “regaderas”): "agropyum pungens".
CEIQUIA.- Acequia. Debía ser por abreviar al estar unida siempre a la “la”. En las cartas de población de Mesones aparece como “cequia” (algunos también la dirían así).
OLMA.- Muro o pared de piedra (también puede ser, ahora, de cemento) que divide dos terrenos (“campos”, “piezas”, “tablas”, eras, calles…) que están a distinto nivel.
PORTILLO.- Trozo de “olma” caído de un campo, de una era o de una calle en ladera. Ejemplo: “hay que levantar este portillo de esta olma”. En Mesones, ya sabemos que hay un barrio que es “La Portilla”: debía haber alguna pequeña puerta para entrar. Igual viene de esto. Antes, ya sabemos, los pueblos (y las ciudades) estaban cerrados. Por la noche cerraban siempre las “puertas del lugar” (así tampoco entraban las zorras). “Se ha caído un portillo de la olma”.
ESPORTILLAR.- Hacer un portillo, caerse una “olma”. Ejemplo: “ya se ha esportillao la olma”.
CAMPO.- Parcela. Aquí en Mesones también es todo lo que no es urbano, y en donde se desarrolla una labor agraria. Aquí cuando un agricultor va a trabajar dice que va “al campo”. Sin embargo, cuando un pastor (aquí lo son solo de ovejas) va a trabajar dice que va “al ganao”, o “a soltar” (el “ganao”): sacar al ganado (a las ovejas) del corral para ir a pastar.
PIEZA.- Campo, parcela, finca. Aunque esta última, finca, puede designar aquí también a varios campos juntos del mismo propietario. Finca denota mayor extensión de tierra. Aunque en Galicia también se le llama así a las que son tan grandes como una habitación.
HIJUELA.- Porción de tierra sobrante al cuadrar un campo. Como muchas otras cosas, ya casi perdida, lo decían los más mayores.
TABLA.- Campo o parte de un campo o parcela separada por una olma o un “ribazo”.
TABLAR.- Tabla pequeña.
RABIOSA.- Planta leñosa parecida a la ontina (en Mesones, “entinas”), pero de tallos más duros, sobre todo, cuando es vieja; que crece, sobre todo, en el secano y en terrenos arcillosos, como la “entina”; al labrarse el terreno, se la encuentra ya solo, como las “entinas”, en los “ribazos”, a los que protege de la erosión; pero de cada día menos, ya que los grandes tractores labran ahora hasta los “ribazos”, además, para que no les descuenten metros para la “subvención” (con ello, el agua se lleva la tierra fértil de los campos y las aves ya no pueden esconderse ni anidar en las “entinas” o en las “rabiosas”; cuando digo que “Europa” ha convertido Mesones en un secarral -han desaparecido casi todas las viñas y los ribazos- no es ninguna broma; y el “Catastro” ha hecho lo mismo con las cabañas; con las pocas que aún tenían tejado).
RIBAZO.- Por lo general, talud de tierra entre dos fincas, campos o parcelas, o partes de estas, que están a distinto nivel (“tablas”); en este caso el desnivel suele ser escaso, pero también los hay de tamaño considerable (entonces son “ribaceras”). En este caso no han considerado conveniente hacer una olma. Estas se solían hacer, sobre todo, en terrenos de regadíos poco arcillosos (para evitar que la tierra de arriba se viniera abajo, sobre todo, al regar) y para aprovechar también mejor el terreno. Pero, también puede haber “ribazos” entre dos campos que están al mismo nivel. En este caso es solo para separar propiedades. En cuanto un propietario le comprara al otro su campo, desaparecería el ribazo. Pero, si se tenía que dividir el campo entre varios herederos, volvían a surgir los ribazos. Esto era muy normal en las huertas, ya que eran lo más valioso antes: al menos, siempre cogías algo, porque se regaba (esto ahora no lo comprendemos, pero era lo que había; verídico: alguno se tuvo que ir a la “capital” porque no tenía ni un “corro” en la huerta para sembrarse patatas; con lo que podría haber ido tirando; nadie le vendía ese “corro”; antes la huerta era sagrada; ahora, en otros pueblos, está toda yerma; en Mesones ya sabemos por qué aún no está toda también yerma).
VERDECHULO.- Así se llamaba antes en Mesones al perejil. “Mira haber si cortas el verdechulo que se está subiendo”.
TURRUNTERO.- Palabra muy mesonera, no está en el DLE. En algún otro sitio debe estar como “turruntera”, pero aquí es masculino. Significa, terreno que tiene mucha pendiente y con piedras, difícil de recorrer o que es muy inestable; casi un precipicio. Ejemplos: “he estado cogiendo almendras por la “umbría la Parra”; otro año ya no administro más ese campo, no hay más que “turrunteros”. “He ido de excursión por detrás del castillo, por menudos turrunteros he tenido que bajar”.
CABEZADA.- Parte de un campo de regadío por donde entra el agua. Ejemplo: “empezaremos a coger las peras por la cabezada” (por el principio; por ello, cada campo tenía su principio y su final). En el secano el campo empezaba por donde se entraba desde el camino. Y lo último del campo, además, si era más estrecho (siempre hay alguna “hijuela”) es la “cola”, o la “punta”: “esta vez empezaremos por la cola, para no tener que volver”.
CABECERA.- “Cabezada”. Además, en las acequias es el comienzo de las mismas. Siempre se empieza a regar por la “cabecera”.
ENCABEZAR.- Se dice, para poner el turno de riego, “encabezar” el agua: empezar ya a regar por la “cabecera”.
PUNTAL.- También, parte más alta de un campo, de un terreno, de un monte. Cuando es pequeño el monte se dice “puntalico” (algún cabezo pequeño). Y cuando es algo más alto y rocoso creo que le decían “puntarrón”.
BAGO.- Depresión del terreno, hondonada, “hondo”: “tengo una viña en el bago”. Aquí se helaban más la viñas (por lo de que el aire frío pesa más que el caliente).
TIERRA “RECIA”.- Tierra arcillosa, casi sin piedras, que absorbe poco el agua. Para su cultivo se necesita que llueva mucho. En este caso, da mejores cosechas al tener más tierra con minerales. Un paraje de la Cañada tiene este nombre, al ser la tierra así. Lo contrario aquí a la “tierra recia” es la “tierra suelta”, más cascajosa: absorbe más agua y la retiene más tiempo, pero, tiene menos minerales al tener más cascajo.
MEDIAL.- Llevar las cosas a medias: uno pone el campo y el otro el trabajo y lo que se coge se reparte a medias.
MEDIALERO.- El que trabaja el campo, el que trabaja a medias.
ABABOL.- Amapola; y persona boba, atontada (palabra muy característica en Aragón y que se decía antes también por aquí; ahora, ya no estoy tan seguro de que se diga:conlas escuelas o los colegios, esta palabra ya ha desaparecido, como muchas otras; lo de amapola -será por alguna canción-, hasta parece ahora ya más “bonito”. Ni nosotros la decíamos ya tampoco, “ni pa lo bueno, ni pa lo malo”, solo los “viejos”; lo de amapola aún no se lo habrían enseñado los maestros a nuestros mayores; muchos, ni fueron a la escuela).
ALBIANA.- En internet solo te lleva a albino/a. Hierba de flor blanca. Muy abundante en el campo. Los ganados de Mesones dan buena cuenta de ella y, “en cuanto te descuidas de labrar, se te pone todo lleno de albianas”, todo blanco; de ahí vendrá.
CENIZOSA.- Una especie de mala hierba cuya hoja es algo gris. No sé qué nombre tendrá en castellano. El fruto son unas bolitas muy pequeñas
CENICERA.- Otra mala hierba, con frutos redondos, mucho más grandes que los de la planta anterior, primero verdes y después negros. Esta no le gusta mucho al ganado, debe ser algo tóxica.
HIERBA ROYA.- También, mala hierba que destaca por tener sus tallos y sus flores (como en racimos alargados) de color algo amarillento.
PANICERA.- Difícil de acabar con ella en algunas “tablas” de huerta que tienen más humedad (aunque la mates, vuelve a salir). Se llama así porque se parece a las matas de maíz (aquí, panizo) cuando son muy pequeñas. Cuando se cavaba con “chapos” había que tener cuidado, no te confundieras.
CARRUCHO.- Una mala hierba que echa “carruchos” gordos (ya los veremos luego), aunque no son los más gordos de todos, otra planta los echa mayores (ésta, solo crece, normalmente, en la huerta). Ejemplo: “este campo hay que labrarlo porque está lleno de carruchos”. Crecen bien también en el secano, solo necesitan un poco de humedad para prosperar, que llueva algo.
CAPITANA.- Hierba espinosa que crece en el secano. Cuando es joven y tierna se la come bien el ganado. Cuando se seca se desprende y rueda por los campos. Se dice que la trajo un capitán de Argentina para pasto del ganado en terrenos de secano (no sé si será cierto). Desde luego, lo ha invadido casi todo.
ESCLARECER.- Quitar frutos de los árboles para que los que queden sean más grandes y de más calidad. También se usaba (ahora ya no se pone) en el cultivo de remolacha (“esclarecer remolacha”), para dejar solo una planta de cada brote que nacía (con la azucarera de Épila se ponía mucha -se bajaba con carros al tren de Morata-; después ya solo los ganaderos para las ovejas). Cuando se cogía (se arrancaba con la mano -si estaba muy alta- o con los “ganchos”) había que “escularla” con un machete.
ESCULAR.- Quitar las hojas de la remolacha. También es perder todo en el juego, no poder continuar jugando porque ya no tienes con qué apostar. Esto pasaba a veces al jugar a las chapas con “perragordas” (diez “perragordas”, una peseta): si te quitaban todas estabas “esculao”, ya no podías jugar (salvo que fueras a casa a por más, si tenías). Entonces con una peseta aún te podías comprar algo.
GANCHOS.- Como una azada pero el extremo metálico solo con dos puntas (en forma de U mayúscula; sería ponerle el palo largo, debajo-enfrente, a la U). Servía también para arrancar las patatas, para romperlas menos al sacarlas; para no “tocarlas” (las que se “tocaban” había que gastarlas antes). Antes se le llamaría también “garrancha”.
FLORADA.- Floración, lo que dura la floración de los árboles.
ESPORGAR.- Caerse de los árboles las flores sin que haya cuajado el fruto. Al tener tantas flores, el árbol no puede criar todos los frutos y la mayoría de las flores “las tira”. A veces el árbol por diversos motivos -no poliniza bien “esporga” demasiado y quedan pocos frutos.
ESTRIAR.- Seleccionar los frutos buenos ya cogidos del árbol quitando los malos. Lo que no vale es el “estrío”.
ENTREVERAR.- Comenzar a madurar las frutas (cuando se cogían para casa, esto era, sobre todo, para las peras de Roma y las manzanas; conforme iban enverando, madurando, se iban consumiendo).
ZALEAR.- Tratar con poco cuidado la fruta al cogerla, descargarla o manipularla, por lo que acaba golpeada y dañada. Ejemplo, “Mirar a ver si cogéis con cuidado las manzanas, pues las que traéis están muy zaleadas”.
SUNSIRSE.- Secarse las frutas. Se aplica también a otras cosas (quedarse seco, sin agua, marchitarse o arrugarse al perder la humedad) y a las personas (ejemplo: “parece que estás sunsido”).
ALDAS.- Ramas de los árboles frutales de la huerta que están más bajas y que se cogen sin escaleras. Esta parte se dejaba siempre para los mayores, las mujeres y los “niños”. Tenía menos peligro y se hacía menos esfuerzo.
ENTRESENO.- Parte media central del árbol donde la fruta está más escondida al estar más al interior del mismo. Era la más complicada de coger con escaleras, y donde casi siempre se quedaba alguna “pieza”.
PIEZA.- Aquí significaba también una unidad de fruta, o de cualquier otra cosa (si se coje una sandía o un melón grande, se suele decir: “buena pieza”; pero también esto con cualquier fruta). Por ejemplo, cuando un abuelo le decía al nieto: “toma esta pieza de fruta que está muy buena; este año los “domasquinos” son muy gordos porque se helaron y quedaron pocos”. Las heladas y la “pedregadas”, son los mayores enemigos de la fruta. También se emplea en la caza: las capturas son “piezas”. Y, en relación con una persona, es lo mismo que en la RAE (“menuda pieza”, “vaya pieza”, “buena pieza está hecho,” en sentido irónico; vamos, como decir, “menudo elemento”: por lo de la “unidad”). Al final, todo tiene su “sentido” (significado; aquí era siempre lo 1º, lo otro era más “culto”).
DOMASQUINO.- Albaricoque, “alberge” (en Mesones era siempre lo primero). Como “alberge” y albaricoque, vendría ya de los árabes. El árbol es el “domasquinero”. Otras frutas también tenían otros nombres, como la “mengrana” (granada), la fruta del “mengrano” o “mengranero”. También pasa esto con algunas hortalizas, como el cardo: aquí es “penca” (ejemplo: esta noche de nochebuena tenemos pencas para cenar, como todos años”. Creo que en pocos sitios se dice así). También aquí la escarola es “esquerola” (vamos, de toda la vida).
OJO DE GALLO.- Marca de “barreno” en la manzana: agujero hecho por una palomilla, mariposa nocturna, donde deposita un huevo. Esa fruta ya no tiene venta. Pero, el “barreno” atacaba a todas las frutas, sobre todo, también, a las peras, el fruto del “pero”.
PERO.- Peral. Aquí siempre eran “peros”.
CEREMEÑO.- Cermeño: una clase de peral que da un fruto muy pequeño, como una cereza (aunque en gran cantidad, como las cerezas), redondeado y muy dulce (la “ceremeña”; en el DLE, cermeña). En la huerta siempre había alguno suelto. Ahora igual no queda ya ninguno. Los chicos íbamos “de propio” a buscarlos. En Andacón había uno, hasta que se secó o lo arrancaron.
Cirilico tenía dos peros Ceremeños en el barranco Nigüella (creo que queda uno de ellos), y los Bolos otro en los Cañares. Se utilizaban para polinizar los peros de agua. Cirilico los cogía con borraces cuando estaban maduras meneando las ramas del árbol.
MALACARA.- Otra clase antigua de pera. Ya no existe: “peras de malacara”.
MOLOCOTÓN.- Melocotón. Lo decían los abuelos. A ver si lo nuevo va a ser una deformación.
FRUTERO.- También, que le gusta la fruta.
BARQUILLA.- Antiguo cajón de frutas de madera, más ancho por arriba que en el fondo (como una barca). Para dejarlos unos encima de otros había una tapa, también de madera. Los siguientes cajones que hicieron ya eran rectangulares, para poder apilarlos sin tapa (un adelanto).
RODRIGÓN.- Hueso de la fruta, lo que queda después de comerla; sobre todo, si la “rades” en la boca (esto pasaba con los “molocotones”).
LODONA.- Fruto del árbol silvestre llamado lodón o almez (en castellano el fruto es la almeza, no la “lodona”, pequeñas bolas negras comestibles, aunque la mayor parte es hueso). Las aves dan buena cuenta de ellas. Las mejores varas, para que no se partieran, eran las de lodón. Con esto hacían también los niños los arcos; y las mejores flechas, las más rectas, eran de los “chupones” de olivo, los que salían por abajo o por el centro.
HORCACHA.- Horquilla: palo, rama de árbol cortada con forma de Y en un extremo. No en todos sitios se conoce esta palabra, aunque aquí, hasta los niños (al menos, hasta hace poco -los tirachinas tenían esta forma-). Aquí nunca se ha dicho horquilla (“eso era solo para el pelo”). La función principal era sujetar las ramas de los árboles que tenían muchos frutos y se doblaban hacia abajo, pegando incluso hasta en el suelo, para que no se partieran por el peso. O tocaran el suelo, ya que se estropeaban los frutos y se los comían los caracoles y babosas.
GARROCHA.- Otro palo: palo largo y relativamente grueso. Entre otras cosas, servía para tirar las nueces del nogal. Para ello, cuanto más largo, mejor, ya que se hacían muy altos.
TIRADA, ECHADA.- Poner la escalera, “echarla”, cada vez en una parte del árbol para coger la fruta. Había que procurar echarla bien para tener que echarla menos veces. Ejemplo: “esa tirada es buena, hay cogerás unos cuantos capazos”. Esto de los capazos o calderos era antes, cuando aún no había “pozales” de plástico (aquí, ya sabemos, no se decía cubo). Algunos mayores de Mesones aún tenían la costumbre de llamar al pozal capazo o caldero; cuando cogían fruta y llenaban un pozal: “otro capazo”, “otro caldero”. Al que estaba subido al árbol o a la escalera le tenían que coger el pozal lleno, y darle otro vacío. Al que lo hacía se le solía llamar “llenador” (para llenar los cajones o los palés).
ESCOSCAR.- Pelar o limpiar almendras, quitarles las cáscara, el casco, dejarlas limpias. Pero aquí también es, en general, limpiar o asear. Y, sobre todo, suele referirse a las personas; por ejemplo: “qué escoscada vas” (qué limpia y aseada). Seguramente, de lo primero pasó a lo segundo.
COCONA.- Almendra sin pepita en su interior, vana, vacía. En periodos de sequía (y cada vez hay más), pasa mucho; el árbol no las puede criar.
DESTALLAR.- Quitar el tallo principal de los ajos, arrancándolo con la mano, así la cabeza del ajo se hace más grande. La planta no “tira” (crece menos en vegetación) para ella y no tiene flor, con lo que la cabeza de ajos se hace más grande porque ya es toda la sabia para ella.
ESTORRONAR.- Quitar las raíces y el barro a los ajos una vez arrancados.
TORCEDOR.- Instrumento sobre el que se trenzan (se tuercen) los ajos.
TRENZAR.- Unir los ajos para hacer una “horca” o ristra (“rastra”) de ajos. Después se colgaban en el granero.
ESMOTAR.- Retirar o quitar las piedras, pajas y palos de las legumbres, con el fin de dejarlas limpias para la venta o cocción.
MELGAR.- Amelgar, señalar melgas. Señalar la tierra para sembrar a mano. Aún lo hemos conocido -y practicado- algunos.
MELGA.- Amelga: faja de tierra que se marca para sembrar; se hacía con pequeños mojones de piedras del campo. Si era en la huerta, con palos (aquí hay menos piedras, y más palos). Ya sabemos que desde que aparecieron las cosechadoras se dejó de sembrar cereal en la huerta de Mesones. Por los caminos no caben. Solo, en alguna tabla de Andacón. Antes era el cultivo principal. Y se cogían, a veces, hasta tres cosechas al año (por ejemplo: trigo, judías y fruta; ya que se sembraba también debajo de los árboles -entonces los troncos eran muy altos y las escaleras de muchos palos).No me extraña que Mesones llegara a tener más de 1.000 habitantes.
FLOREAR.- Marcar, poniendo trozos de caña, con sogas, cuerdas o pequeñas cadenas (donde se han colocado unos lazos -normalmente rojos- a la misma distancia -las flores-) los puntos en que se van a plantar las vides o árboles, para que las líneas o “carreras” de la plantación salgan rectas y las plantas estén todas a la misma distancia.
TOMAR.- “Agarrar”: arraigar una planta o árbol, echar o criar raíces: no secarse. Pero, se dice esto también de los injertos, que hayan brotado. No siempre lo hacen.
CHITO.- Brote tierno de una planta o árbol.
CHUPÓN.- Además del brote de un árbol que crece rápido y fuerte y que aparece por el tronco del mismo o en las zonas próximas (hay que eliminarlo, cortarlo, podarlo,porque le quita fuerza al árbol; si no, el árbol se convertiría pronto en un arbusto), un “chupón” era un caramelo cilíndrico largo y de colores, que se chupaba.
RECHIZO.- Brote del árbol que crece junto a él brotando del suelo, de la tierra.
CARRERA.- Línea de árboles o de vides; también de otras plantas. Aquí no son hileras; son siempre carreras. En Mesones se llama así también al camino de subida al castillo: ”la carrera del castillo”. Sin duda, una reminiscencia del pasado (aquí las calles ya no son carreras; debían ser las calles o caminos urbanos sin casas; o caminos que después fueron calles). Los extranjeros (y, quizás, muchos otros) que vienen a esta comarca no saben qué es una “carrera”; solo identifican esto con correr. Por eso la recojo.
CAMPAL.- En las parcelas agrícolas, espacio entre las hileras (las “carreras) de los árboles, vides, hortalizas y otros cultivos. Palabra, sin duda, muy “mesonera”. Era siempre algo recto y perpendicular. Al contario que lo siguiente.
GUIÑAROL.- Significa hacer algo al sesgo, al bies, en diagonal. Ejemplo: “los almendros los vamos a coger -coger las almendras con “borraces”- esta vez de guiñarol”.
ESMOCHAR.- Desmochar: cortar, podar, la parte alta de una planta. También valdría para construcciones (como hicieron con el castillo en el pasado con algunas torres que no tenían bóveda, las “esmocharon” para que no pudieran defenderse; ya sabemos, lo de la “guerra de los Pedros”. Las dos que tenían cúpula las dejaron porque les habría costado mucho “esmocharlas”).
ESPINOCHAR.- Quitar la capa vegetal que cubre la “pinocha” (panoja, mazorca del maíz; aunque aquí nunca fue maíz, sino “panizo”: panizo es la mata del maíz, el campo de panizo y el grano del maíz; los ganaderos de Mesones echan de comer a sus ovejas panizo, no maíz). Antes se hacía mucho, lo de “espinochar”. Se solían coger las pinochas y dejarlas en los “patios” de las casas en un montón. Por la noche, se reunía toda la familia, parientes y vecinos a “espinochar”. Después, o se subían al granero extendidas en el suelo para que se secaran, o se conservaban esas hojas o capas para atarlas unas con otras y se colgaban en los balcones de la casa o en palos en el granero para que se secaran antes, para ir “gastando”. Las que se usaban para “farinetas” (según la RAE, en Aragón, gachas de harina de maíz;) eran diferentes a las del consumo de los animales, era un grano aplanado más grande y de harina más blanca, más apropiado para el consumo humano. Siempre se ponía algún “corro” en la huerta de esta variedad para el consumo propio. En los últimos años, las pinochas se espinochaban ya al cogerlas en el propio campo; a las mujeres ya no les gustaba que les ensuciaran toda la casa.
PINOCHO.- La pinocha sin el grano, lo que queda al “rallarla”. Primero se “rallaban” a mano, con un “pinocho”, Después salieron unas pequeñas máquinas de manivela, para darle vueltas con la mano, como las aventadoras. Y después otras aplicadas a un tractor. Por aquí, ya se sabe, nunca pudieron entrar las cosechadoras. Era muy apreciado en las estufas de leña y también en las antiguas “cocinillas” de leña (en la capital serían de carbón); estas “cocinillas” eran ya algo de lo más moderno; en algunas casas los hogares fueron cambiados por esto; vamos, que en algunas nuevas ya no se hicieron hogares.
RALLAR.- “Esgranar” la pinocha. También se “rallaba” (aquí significaba cortarla en trozos) la remolacha para el invierno, mientras duraba, que se había almacenado, ya “esculada”, en algún bajo de la paridera, como comida para el ganado. Eran también unas pequeñas máquinas de manivela, como las de “rallar” maíz, pero con la boca más ancha y con cuchillas para cortarla en trozos pequeños. Se llenaban capazos y se echaba en las “canales” del corral para las ovejas que estaban criando, las “paridas” (es lo que se dice aquí). Después ya se dejó de hacer esto, ya no era rentable (la mano de obra se puso por las nubes) y había que economizar (cada día hacía falta más producción para poder vivir; y hasta dedicar más tiempo -meter más horas, trabajar más, o desaparecer-): la remolacha se sacaba ya, sin “escularla”, a un descampado en el monte con el remolque y allí se la comían ya directamente las “reses”. Después, ni había que sacarla (ni tampoco “escularla”): se les daba ya directamente en el campo, como se hacía ya antes con los nabos (los “forrajeros”) que se sembraban para el ganado.
Y es que algunos hemos conocido ya muchos cambios. Quizás fue la época “crítica”, cuando trabajos que se hacían ya desde los romanos, o antes, desaparecieron para siempre, con la mecanización de todo. Somos los últimos que hemos conocido todo esto (segar, trillar, “contornear”, aventar, meter la paja al pajar con los “rastros” -respirar el tamo-, llenar sacos, “sacas” y “talegas” de grano, y subirlas a “los graneros”, “alpilleras” de paja para los “machos”; labrar con estos, “tablear”, “melgar”, sembrar a mano; coger en casa agua para beber de la “tenaja”, criar cerdos en la “tocinera” (ir a por algún “brazau” de hierba para el “tocino” -o los conejos- y preparar la “pastura”; antes, moler en el molino); y hacer la “matanza” y el “mondongo” -capolando y embutiendo, era lo más divertido para los chicos-; buscar nidos -y no ya para comer pajarillos, sino para criarlos-, “plantar” cepos, coger barbos y cangrejos en el río (el instinto del cazador prehistórico); jugar por las eras(por allí, entonces, te encontrabas de todo: eran los basureros de Mesones), etc, etc, etc; ahora, todo esto ya ha desaparecido para siempre).
ESGRANAR.- Desgranar: quitar el grano de un fruto. Esto hay que hacer también con las “mengranas”.
CORRO.- Como apareció en la palabra “espinochar”, pequeña parte de un campo (puede ser tanto de huerta como de regadío), o una parte algo más separada del campo principal, o un campo muy pequeño (vamos, que hay para todos los gustos).
GUIJÓN.- Especie de guija (almorta) de fruto más pequeño y más redondeado (las grandes eran guijas y las pequeñas guijones). En algún sitio debe ser al revés. Como la guija, se sembraba solo por aquí para el ganado. Debía ser muy ocasional hacer gachas de almorta, al haber aquí harina de maíz para hacer “farinetas”. Tampoco se hacían de harina de garbanzo (los garbanzos se comían siempre enteros). Lo que sí era costumbre, hacerlas de habas secas; esto para el invierno, ya que era de mucho alimento (para “aguantar” el frío). Cuando se quería que las cabras dieran más leche les daban alguna lata de habas. Pero, el que ponía en la huerta habas era para la venta, ya que las compraban bien, a los animales se les echaba otras cosas. Después también había que trillarlas en las eras (como las guijas y los guijones), cuando ya estaban completamente secas, y aventarlas para dejarlas limpias (aquí ya con la máquina aventadora). Cuando desaparecieron los machos se trillaba con el tractor enganchando atrás el trillo. En este caso ya no era la mies, lo que se trillaba, sino las habas. Guijas y “guijones” se ponían poco.
REPLEGAR.- Palabra muy “mesonera”, no podía faltar aquí. Significa recoger, y se empleaba para muchas cosas: recoger algún producto agrícola (alfances, mies), recoger los sarmientos de las viñas o las ramas de los árboles; recoger los aparejos del campo cuando finalizabas la faena diaria, o también cuando se acababa de comer. Ejemplos: “Lucio, cuando salgas de la escuela “ves” a replegar los alfances del Barranco Nigüella que ya están secos, antes de que llueva”. “Hoy tenemos que ir a replegar sarmientos”. “Replegar los borraces y nos vamos a casa”. “A replegar la mesa” (recoger la vajilla para llevarla a la “fregadera” para fregarla -fregar el “vajillo”).
VES.- Ve (en Mesones siempre “ves”, como algunas otras formas verbales; algún diccionario “aragonés” lo explicará mejor; otro ejemplo aquí es el del último día del año, como nos decían los “viejos”: San Silvestre, coge la capa y “veste”).
PLEGAR.- Como con “replegar”, aquí también tiene otra significación: dejar de trabajar en la jornada. También se dice: “dar de mano”. Por el contrario, iniciar el trabajo es “enganchar”.
ENGANCHAR.- Además del significado del DEL, aquí es comenzar a trabajar en la jornada laboral. “Engancharse” ya es otra cosa que veremos luego.
FLORECER.- En Mesones, también, enmohecerse una sustancia. Nada que ver con el campo (en este caso, la naturaleza). Por ejemplo: “este queso blando está todoflorecido” (se había puesto verde, como cuando “florece” el campo; al final, sí que va a ser lo mismo).
PLANTERO.- Semillero, vivero. Aquí no había otra palabra. Sobre todo, se hacían para los “hortales” (campos de huerta dedicados a poner -cultivar- hortalizas).También alguno se hacía un “plantero” de “estaquillas” o “barbaos” (eran los “bordes” americanos para las viñas; para injertarlos después; aquí, casi siempre, de garnacha; más raro era de “vidadillo” -tempranillo-; otros pusieron alguna viña de “basta”-salían más kilos pero peor vino-) o de almendros (sembrando la almendra; cuando brotaba y tenía buen tallo se injertaba en la variedad que se quisiera -en tiempos solo había tres: la Largueta, la Marcona y la común: la de Desmayo, blanco o “colorao”; por la flor; ahora hay montones de variedades-).
BASTO/A.- Por alusiones, aquí también es rugoso, poco fino al tacto, áspero; y “jasco”, áspero o poco agradable al paladar (como el sabor de una bellota; en tiemposdebía hacerse harina de bellota; por aquí poca o nada; solo hay alguna “carrasca” -encina- por Rodanas).
ABRÍO.- Para casi todas las labores agrícolas se empleaban antes los abríos: bestia de carga (mulo -aquí eran “machos”; las hembras, mulas-, burro, “caballerías”, en general). Ejemplo: “Ve a aparejar los abríos; el albardón y el ramal están en la choza”. Todas estas palabras se nos olvidan, pues las “caballerías” han sido sustituidas por los tractores, sólo algún ganadero tiene algún burro para llevar los “atos” cuando va con el ganado. Y no todos los “abríos” tenían el mismo carácter, algunos salían “guitos”.
ATO.- Equipaje, cosas que se llevan juntas.
GUITO.- Se decía del mulo inquieto y nervioso, poco dócil, de mal carácter para manejar. En estos no se podía subir a los niños porque los podían tirar.
GUARÁN.- Garañón, burro semental. También se le debía decir esto al que era muy mujeriego.
GÜESQUE.- Voz de mando a las caballerías cuando uno va montado para que giren a la izquierda. Se acompañaba de un toque en el cuello con la soga del ramal (el “cabo”). Otras voces eran: “Arre”, tirar hacia adelante. “So”, parar. “Pasallá”, para que el animal gire a la derecha; se acompañaba de un tirón del ramal en esa dirección (ya que estaba puesto en ese lado). ”Pa tras”, para que el animal vaya hacia atrás.“Arza” o “alza”, que levante una pata.
Como ya he dicho, muchos pastores tenían burros (asnos) dado que los corrales y parideras estaban a veces lejos del pueblo. El “idioma” anterior era el mismo para estos. Los de los pastores no solían ser muy grandes, si solo los utilizaban para ir al corral o al “ganao”. Pero, había otros más grandes que también se utilizaban para labrar las huertas.
ESPANTAR.- Asustarse el “abrío”: “ves bien por la orilla de la carretera para que no se espante el macho”. Las caballerías por la carretera tenían que ir como los vehículos: la parte derecha era también suya, pero convenía “pretarse” bien a la orilla para que no se espantaran al pasar alguno.
ESBOCAR.- Escaparse y salir corriendo una caballería estando un buen rato al galope, hasta que se paraba. Era algo impresionante, ya que no solía ocurrir mucho. Después había que ir a buscar al macho, ya que estos no vienen solos aunque los llames.
SAMUGA.- Palos de madera que se ponían en los albardones de las caballerías para sujetar la carga, generalmente estaban hechas de lodón. Debe venir de jamuga, aunque ahora no es lo mismo.
SAMUGAZO.- Golpe fuerte con un palo. Será, con la samuga.
CABO.- También, trozo de cuerda gorda. Y la cuerda o soga del ramal, el “cabo”, la rienda (al haber solo uno). El “cabo” se ataba en algún sitio para que no se escapara el macho; cuanto más largo el “cabo”, más “corro” podría apacentar. No se podían dejar sueltos porque se escapaban y después había que ir a buscarlos donde estuvieran. Más de alguna vez pasaba: “mira a ver que se ha soltao el macho, ves a buscarlo”. Habría que esperar que no se hubiera metido en algún campo con cultivos, si no, podría haber echo alguna “escarda”.
COLLERÓN.- La collera de los abríos para que se puedan enganchar los instrumentos de labranza. No sé cómo no define bien esto la RAE, ya es raro.
SERETA.- Aparejo de esparto, como el serón (serón pequeño), para las caballerías, para transportar arena, grava…, pero era mucho más pequeño y de forma más redondeada, del tamaño de las anganillas (para llevar los cántaros de agua a las casas cuando no había agua corriente).
ALCORZAR.- Atajar, acortar el camino. No siempre se cogían los abríos para ir al campo; había faenas o trabajos donde no se precisaban: hoyar, “esrayar”, podar… Si se iba andando se solían coger a veces atajos, “alcorces”, para llegar directamente a tu campo sin tener que recorrer todo el camino, por sendas o por el monte (por aquí, a veces, por alguna “tría”). Entonces se solían ver “ardachos” y algún “arraclán” (alacrán). Para ir a Rodanas se “alcorzaba” por los montes de las Navas. “Alcorzar”, palabra también muy nuestra; hoy, sin embargo, ya no se dirá más que por los mayores. También es acortar, hacer algo más pequeño; por ejemplo, un vestido o un pantalón.
ARDACHO.- Lagarto. Como sabemos, hasta una acequia de Mesones lleva este nombre, la “Ardachera”. Los maestros “de fuera”, cuando vinieran aquí, no sabrían lo que eran. Y lo de “zanzarrilla” (lagartija), tampoco. También se llamaban a éstas antes, “sargantanas”, pero esto debe ser ya de los mayores, o “zarandillas”. Para nosotros, los de mi tiempo, siempre fueron “zanzarrillas”. A los niños inquietos también se les llamaba así, quizás más, “zarandillas”.
CABAÑERA.- Si las caballerías iban por los caminos y sendas, los ganados iban por las “cabañeras”, el camino de los ganados: cañadas, pasos para el ganado cuando van de un sitio a otro (aquí es siempre para el ganado ovino). Lo de “cabañera” es solo algo de Aragón. Aquí hay una y también varios “cordeles” (otros pasos de ganado más pequeños; salen en los mapas). También se decían aquí cañadas (ejemplo: la cañada de los Cimorras; salía desde las piscinas -como pone el mapa-; y pasaba por lo que hoy le dicen la cañada de los Cimorras -ésta es otra, la que está entre dos elevaciones montañosas-; al final, se olvidó la una y se creó la nueva, al tener dos significaciones).
RES.- Oveja. Aunque no es una palabra solo mesonera, y sale en el diccionario, la recojo porque, aunque ahora se emplea mucho menos ese término (debe ser también por “lo de la escuela” y los papeles -no se escribe tampoco así ya en ningún sitio-),antes, con los mayores, era casi la única manera de nombrar a las ovejas, las reses. Ejemplo: “esta res va coja”; “la guerra que dan estas reses” (más daban aún las cabras -en la huerta había que “emperrunar”-, por ello, no se solían llevar muchas en un rebaño, solo las necesarias, para el consumo familiar de leche y para sacrificar alguna en el mondongo, para hacer chorizos: había que mezclar esta carne con la del cerdo; aunque en Mesones hubo también cabreros, que llevaban solo rebaños de cabras. Estos, sin duda, venderían mucha leche y muchos quesos; los que tenían vacas -solo alguna para vender leche- era porque tenían más “huerta” -así se ha llamado aquí siempre al regadío-).
ANJILLA.- Recipiente de mimbre en el que se hacían los quesos frescos con la leche de las cabras o vacas (más raro era hacerlo aquí con leche de oveja; era muy “fuerte”).
TRIAR.- Aquí en Aragón, y en Mesones, es cortarse la leche, “triarse la leche”.
TRÍA.- Esto es otra cosa, como hemos visto antes. Pequeña senda que va haciendo el ganado o las personas al pasar por un mismo sitio. No es camino, ni llega a senda, pero se puede andar mejor que monte a través.
MOCHO.- Que no tiene cuernos.
GALANO/A.- Dicho de una res de varios colores. Es la definición que da la RAE para Cuba. Qué raro.
CURRO.- Que le falta un cuerno. También, persona a la que le falta un dedo de la mano.
ABREVADOR.- Abrevadero.
BARRERA.- Cerrado, cercado de piedra seca en el monte, de un metro de altura aproximadamente, para guardar el ganado. A veces aprovechaban alguna zona rocosa y ya tenían hecha casi la mitad de la “barrera”. Ahora los “ganaos” son tan grandes que no cabrían en ninguna, ni en la del “cabezo el Pico”, que debe ser de las más grandes. Muchas eran muy pequeñas, para “rezagos” o “puntas de ovejas”.
EMPERRUNAR.- Untar, rociar con excremento de perro, “perruna”, diluido en agua algunos árboles o piedras a la entrada de los campos para que no entre el ganado, o en los campos que hay árboles y tiene que entrar el ganado a comerse la hierba, remojar así los propios árboles para que no se coman sus hojas.
CANAL.- Pero, siempre en femenino, “la canal”: comederos que tenía antes el ganado ovino en los corrales y “parideras”. Eran de tablas, de madera (podían ser fijas, puestas en la pared) o movibles, por lo general, en medio del “cubierto”
PARIDERA.- Corral en donde se crían los corderos o los cabritos. Aquí siempre había “canales”. En los corrales, sobre todo, los del “monte” (los que no están cerca del agua), no solía haber. Eran siempre para encerrar al ganado que no estaba criando (el “vacío”), por lo que no había que alimentarlo más, no se le echaba en las canales, por eso no tenían.
VACÍO.- Ganado que no está criando en ese momento. Y cuando una oveja no está preñada se dice que está “vacía”.
CUBIERTO.- Zona del corral o de la paridera que está “bajo teja”, cubierta. A lo que no está cubierto del corral se le llama “sereno”. En los corrales de ganado siempre hay una zona cubierta y otra no, el sereno. En los corrales de casa, aquí, se metía también la leña para que no se mojara, al estar “a cubierto”; valía un tejado con tres paredes.
APARTAR.- Separar las ovejas del “ganao”, unas a un sitio y otras a otro. Sin duda, viene de “hacer partes”. Y cuando se hacía la trashumancia en Mesones hacia Soria, juntando varios ganados, después había que “apartarlas”, cada uno con las suyas. Solo recoge la RAE este significado para Honduras; Aragón debe estar aún más lejos.
“DORMIR AL RASO”.- Es como dormir en el sereno (las ovejas), pero en este caso los pastores: dormir en el “monte”, donde no había cabañas, a la intemperie. Esto lo hacían antes mucho los “viejos” en el verano (donde no había alguna cabaña cerca), cuando aún no hacía frío ni caían “aguadas”. En este caso, también las ovejas “dormían al raso”, en el “monte”. Cuando se “levantaban”, con la fresca, ya tenían ahí el pasto. Esto se hacía cuando el pasto estaba lejos del corral de ganado. Después, con el calor, antes de que las ovejas se “amodorren” (se junten todas y escondan la cabeza para evitar el calor en ella) el pastor debe ir ya a sestear y a darles de beber agua. Pasada la calor de la tarde, hay que “soltar” otra vez.
AGUADA.- Rocío de la mañana, humedad que moja las cosas (menos que la “rosada”). Vamos, que si pasas por un campo de hierba pronto te empapas los pantalones. Suele ocurrir ya al final del verano. En cuanto calentaba el sol se iba la “aguada”, se secaba la hierba.
ROSADA.- Escarcha. Cuando el suelo del campo se pone blanco, sin nevar, al haber habido ya una helada.
MONTE.- Aquí se llama también, como en algunos otros lugares, a los campos que están en el secano, al contrario que la Huerta, el regadío. Lo que no es huerta en Mesones (sean campos o “montes” -montañas-). Ejemplo: “tengo un campo en el monte que tiene tanta humedad que se puede cultivar de todo” (hay uno en Andacón junto a unas junqueras; esto era antes, como ya sabemos; ahora casi es uno más: de cada vez llueve menos, y a destiempo). En otros pueblos hay otros términos o palabras diferentes para todo esto.
ROTURO.- En el “monte” también están los “roturos”. Eran terrenos incultos dedicados a pastos propiedad del municipio, del consistorio, que se cedió en el pasado su uso (no la propiedad) a los vecinos para que los labraran y convertirlos en “campos”. Suelen ser terrenos menos fértiles, más “secativos” o en laderas y más pedregosos, por lo que tocaba siempre sacar de ellos muchas piedras (si los “antiguos” no los quisieron cultivar era por algo). Aquí no se paga el IBI, sino “los roturos”, directamente al Ayuntamiento. Pero, antiguamente casi todos campos del “monte” eran “roturos”. En algún momento, con el “Catastro”, se convirtieron muchos en propiedades.
TIERRA BLANCA.- Campo en el que no hay ninguna plantación. Se dedica al cultivo de cereal o leguminosas.
HUERTA.- El regadío. Aquí nunca fue la vega, como en otros pueblos, sino “la huerta”. A estos campos que hay ahí se les llaman “huertas”.
HUERTOS.- Huertas cerca del pueblo donde se ponían los hortales y los árboles para el consumo propio, como alguna higuera; aquí esto son “los huertos”.
SECATIVO.- Terreno muy seco, que retiene poco el agua, poco adecuado para el cultivo al necesitar más agua que otras tierras.
SARDA.- Zona de monte yermo, rodeada de campos labrados. Hoy aquí es un paraje de la Cañada que se cultiva. Su significado ahora, aquí, ya no se conoce.
SESTERO.- En el “monte” siempre hay alguno. Lugar en el que se sestea. Aquí hay corrales y, sobre todo, agua, para que beba el ganado.
ASESTAR.- Sestear el ganado.
AMORRAR.- Igual que los animales: beber con los labios sobre la superficie del agua. Esto había que hacerlo, sobre todo, en el “monte” cuando había alguna fuente de las que nos enseña Fernando, en el suelo (de las que no manaban, pero mantenían el agua fresca). En la huerta solían tener “caño”, una media caña rajada, aquí sí había corriente. Así se bebía mejor. También se “amorraba” cuando se bebía de las fuentes del pueblo. Lo de las botellas sería ya “beber a morro”, vamos, lo mismo, “amorrar”.
CAÑO.- También es aquí una “regadera” que va enterrada. Si el caño es pequeño, a veces, se “embozaba” y había que “desembozarlo”, desatascarlo, retirar las hierbas y ramas que hubiera en su interior..
EMBOZAR.- Obstruirse un conducto. También, con “desembozar”, quitar la hierba o ramas de las rejas del arado cuando se “embozaba”.
REGADERA.- También, pequeño canal de riego que va directamente de la acequia, o balsa, al campo.
ENCERRAR.- Meter el ganado ovino y caprino al corral.
SOLTAR.- Sacar a este ganado a pastar.
“GANAO”.- Rebaño de ovejas: un “ganao”. Ejemplo: “por aquellos montes se ve un ganao; debe ser el de los Pimpollos” (en este caso, estaría en Rodanas).
REZAGO.- Pequeño grupo de ovejas (o, reses; ya sabemos: es lo mismo), unas pocas solo (no pasarían de 20); no llegaban a rebaño. Los chicos, en cuanto podían, ya iban a pastorear con algún “rezago”. Por esto, los hijos de los pastores antes (y antes había muchos rezagos) no iban nunca a la escuela (alguno iba después, por la noche, después de llevar el “rezago”, al repaso, pagando; esto, solo el que podía; la mayoría no lo hacían). Ahora los pastores tienen que tener cientos para poder vivir, por eso hay pocos. En muchos pueblos ya no hay ninguno. Mesones, ya sabemos, es algo muy raro (debe venir “de siglos”).
“PUNTA DE OVEJAS”.- Una parte del ganado; no llega a un “ganao”; pero, más que un rezago.
BRAGUERO.- Ubres de las ovejas y cabras. Aquí no existe otra palabra.
ESBEZAR.- Destetar, hacer que el cordero, o el cabrito, deje de mamar de su madre. En Mesones, incluso, esta palabra se utilizaba también para los niños cuando dejaban la teta de su madre, por “asimilación”. Los que no eran de Mesones no entendían nada.Y aquí, como en Aragón, para el ganado, siempre era “tetar” (y no atetar, como dice la RAE; y lo de amamantar, ni lo nombro). Más antiguo por aquí debe ser lo de “abezar” (también, mamar los animales), de donde viene “esbezar”.
ESCOLAR.- Descolar, cortar la cola de los corderos/as que se iban a dejar para criar, “para vida”, como siempre se ha dicho aquí.
ESCORDERAR.- Separar los corderos de sus madres cuando salían éstas a pastar, quedándose aquellos en la paridera (al “encerrar” había que volver a juntarlos, no puede dejarse en el corral a los corderos con el resto del rebaño).
BORREGO.- Además del significado del DEL (cría del cordero de más de un año y una “clase de persona”), aquí es cuando la carga de las caballerías no iba bien atada, se movía, perdiendo los fajos de las gavillas, para incluso, finalmente reventarse la carga, yéndose toda al suelo. Esto ya no lo conoce casi nadie aquí.
TRABAR.- Atar las patas a las reses para inmovilizarlas cuando, por ejemplo, van a ser esquiladas (ahora ya no se hace, las esquilan sin “trabarlas”).
TOFAR.- Topetar, dar un golpe con la cabeza, embestir con la cabeza los animales. Ejemplo: “ten cuidado que ese mardano tofa”.
MARDANO.- Esto debe ser solo algo de Aragón, el macho de la oveja; aquí nunca fue el “carnero padre” que pone la RAE.
ABORRECER.- Cuando una oveja o cabra no quiere amamantar a su cría se dice esto. También se empleaba en el caso de los pájaros cuando abandonaban sus nidos con huevos o crías porque algo o alguien los molestara. Con crías ya era más raro, pero los huevos era mejor no tocarlos.
ASPEAR o ASPEARSE.- Desgaste de los cascos de las patas de las ovejas, al ponérseles los cascos blandos, lo que hace que las ovejas cojeen.”A esa oveja que cojea, se le han ASPEADO los cascos”.
AZAGAR. Ir con el ganado de un lugar a otro sin parar, en cola, sin que las ovejas coman. Ejemplo: “Hoy te has pegado un AZAGON, has ido con las ovejas desde Mesones hasta Valles”.
AZAGADERO. El sitio por donde pasan las ovejas que está lleno de sendas y limpio. “Coge el azagadero abajo y llegarás antes”.
ESPELLEJAR, ESPELETAR, ESPELLETAR.- Despellejar, quitar la piel a los animales sacrificados, el pellejo. Los dos segundos son más antiguos aquí.
ESQUILO.- Esquila, cencerro.
RICIO.- Brotes verdes del cereal que salen de los rastrojos cuando llueve. Es lo que espera que salga el ganado (mejor dicho, el pastor) al final del verano para tener hierba fresca, antes de que el labrador are la tierra para volver a sembrar. Ahora los labradores han pasado a ser “tractoristas”, porque los labradores eran solo los que labraban con “caballerías”. Por tanto, ahora, labrador ya no es “el que labra”. Esta distinción ya se hizo cuando estaban las dos cosas; unos seguían siendo labradores y otros “tractoristas”.
PIENSO.- Aquí es mucho más simple que lo que dice la RAE; aquí es solo el grano del cereal y, el “pienso compuesto”, el grano de diversos cereales molido. Por ejemplo: “échale paja al macho en el pesebre y una lata de pienso -eran latas de atún vacías-” (por lo general, era cebada; el trigo se les echaba más a las gallinas; aunque éstas se comían también toda clase de cereales y otras cosas). Después, el pienso compuesto se hacía también mezclado con leguminosas, sobre todo, soja; y, posteriormente, hasta con forraje, sobre todo, “alfances”, ahora ya granulado (ya lo recoge también ahora así el DEL).
CHOZA.- Si los corrales eran para las ovejas y otros animales domésticos, y las cuadras para las “caballerías” (caballos, mulos o asnos -aquí, siempre, burros; lo de asno sería más “culto” o “científico”-), las chozas en Mesones eran siempre para los “tocinos” (aquí nunca se decía cerdo; ahora ya hemos “aprendido” todos -que se dice “cerdo”-). En Mesones, en los corrales del pueblo, se hacían unos habitáculos más pequeños y de menos altura, donde se criaban los cerdos (no se podían dejar sueltos por el corral porque lo revolvían todo).
TOCINERA.- “Cochinera”: caseta donde se cría el “tocino”, el cochino, la pocilga; es decir, aquí, la “choza”, es lo mismo. Por extensión, y como en castellano, lugar sucio, como la pocilga: “tienes la casa como una tocinera” (como una pocilga, comouna “cochinera”).
TOCINO.- Cerdo, puerco, cochino. También es, como en castellano, un alimento derivado del cerdo, lo que en su mayor parte es blanco (lo que algunos ya llaman beicon), lo que se empleaba siempre para apañar las comidas de puchero. Si no, no estaban buenas.
BARRACO.- Verraco, cerdo semental. En todos pueblos había varios, ya que algunos se dedicaban a criar cerdos para venderlos para el engorde, para hacer después el mondongo. No era rentable tener solo un barraco en la pequeña “explotación”: uno podía servir para muchas.
PASTURA.- Comida que se le daba al cerdo con cereales molidos (a esto se le denominaba “compuesto”) remojados con agua. Ejemplo: ve a preparar la pastura para el tocino con el compuesto”. Era la comida principal del día, después ya se le echaba todo lo que se podía; entonces no existía basura orgánica. Los “pelarzos” los reciclaban todos los cerdos. También se le echaba diversas clases de hierbas que les gustaban; a los chicos les mandaban mucho a traer algún “brazau” de hierba por los huertos. Para los cereales molidos había que ir a moler al molino: llevabas varios sacos de grano (mejor que fueran variados: trigo, cebada, maíz; así salía mejor “compuesto” y mejor “pastura”). El molinero ponía en funcionamiento el mecanismocon el agua y te entregaba la molienda, menos una parte que se la quedaba él por el trabajo, la maquila. Nunca se le pagaba en metálico.
PELARZO.- Peladura, mondadura de la fruta o de las patatas. Cuando se hacían conservas de frutas los cerdos se “ponían las botas”.
“BRAZAU”.- Lo que puedes llevar entre los brazos. Solía ser hierba, la mies o “alfances”. Ejemplo: “sal a los huertos y trae un brazau de hierba para los conejos”. En los “ribazos” se podía coger mucha. Entonces no hacía falta sulfatar los ribazos y las “regaderas”.
RUBIA.- Clase de hierba que salía por los “ribazos” de los huertos con tallos rastreros y ásperos y que se la comía muy bien el cerdo. También se le echaban “cerrajas” (debe ser ya más conocida); hierba algo lechosa al partirla, con tallos huecos y flores amarillas (ésta también se la comían muy bien los conejos, además de los “alfances”, tanto secos como tiernos -verdes-).
FIEMO.- Estiércol (los cerdos hacían mucho; y había que sacarlo todos los días de la tocinera al corral; era lo peor de su cría, con diferencia). Aquí no tenía otro nombre. Es una palabra también propia de otras regiones.
FEMERA.- Lugar donde se va echando el fiemo para almacenarlo. Era un lugar por las afueras, por las eras.
FEMARAL.- “Femera”. Ejemplo, cuando un chico viene muy sucio: “vienes hecho un femaral”.
FEMAR.- Abonar con “fiemo”.
SILRE.- Fiemo de oveja en polvo, cogido en el “sereno” de la capa superficial del suelo y que no contiene paja. Muy valorado para el cultivo de hortalizas.
MATACHÍN.- Supongo que existirá también en otros sitios. Persona encargada de sacrificar a los cerdos en el “banco”, limpiarlos de pelo con el “cazo” y separar suspartes para hacer el “mondongo”. Era todo un especialista, no lo sabía hacer cualquiera. Los demás solo podían ayudar, o mirar; o hacer “fotos” (esto era muy común en el “mondongo” con las actividades que se hacían en la calle).
CAZO O CAZOLETA.- Cucharón circular, semiesférico, para pelar el tocino (cerdo, gorrino, cochino), quitarle los pelos. Aquí no se quemaba el pelo como en otros sitios de España. Se le iba echando, una vez sacrificado, agua muy caliente por el cuerpo para poder quitar mejor los pelos con el “cazo”.
BANCO.- Lugar donde se sacrificaba el cerdo. Cada “matachín” solía tener el suyo. Era un banco ancho de madera sin respaldo con la extensión adecuada para tumbar al cerdo. De esta manera la sangre, para hacer bolas y morcillas, estando el cerdo tumbado, caía a un “tarrizo”. Para esto, y para subirlo al banco, había que agarrarlo bien entre unos cuantos. Los chicos sujetaban siempre de la cola.
GANCHO.- Gancho de hierro con el que se sujetaba al cerdo clavándolo por debajo del morro para llevarlo al banco.
TARRIZO.- Barreño, recipiente de barro circular, más ancho por arriba que por abajo, en el que también se amasaba para hacer los productos del “mondongo”. Los barreños que eran de cinz se llamaban “tarrizas” y se utilizaban para llevar a lavar la ropa en las acequias, al pesar menos (cuando no bajaba la acequia también se iba al río o a alguna fuente natural, o a algún sitio con agua). Después, los “tarrizos” y las “tarrizas” pasaron a ser de plástico (aún pesaban menos). Y a los pequeños hasta se les empezó a llamar barreños, que solían estar en la “fregadera”. La diferencia estaba ahora en el tamaño: el pequeño, barreño, y el grande, “tarriza”. El “tarrizo” desapareció. Debe haber alguno aún por “los graneros”.
FREGADERA.- Fregadero.
MONDONGO.- Además de las entrañas de los animales (después había que ir también a la acequia a “lavar los menudos” con cal), hacer la “matanza” (en otros sitios de Aragón, la “matacía”). Después del sacrificio del cerdo, venía “hacer el mondongo”: elaborar nada más sacrificar el tocino (el cerdo), que ha sido alimentado todo el año en la “tocinera”, diversos productos cárnicos, para lo que se reunía “toda la familia”unos dos días, ya que debía prepararse todo en el momento. Después se guardaban estos productos para buena parte del año (entonces se iba mucho “de merienda”: no ir a comer a casa, al estar muy lejos el campo, el lugar de trabajo ese día -los pastores casi siempre iban “de merienda”-; por ello debían llevar para comer los embutidos del cerdo, que era lo que se conservaba más tiempo; por las noches las mujeres les preparaban el avío para todo el día, ya que debían madrugar mucho -cuanto antes “soltarán”, más podría comer el “ganao”-; nos parece extraño a nosotros, pero esto no lo dice la RAE, este concepto de “merienda”). Cuando el campo (la parcela de trabajo) estaba cerca del pueblo, normalmente, en la huerta, las mujeres solían llevarles a los maridos la comida, ésta ya normal, caliente. Esto se perdió con los vehículos, casi todos iban ya a comer a casa. Los pastores, solo para el verano, y para dormir la siesta (sobre todo, si habían “dormido al raso”; aunque alguno aún se quedaba por alguna cabaña; eran otros tiempos; los de Rodanas, y alguno de Andacón,”hacían por allí la vida”).
MONDONGUERA.- Mujer que hace el mondongo. Se la reconocía enseguida por su aspecto: remangada y con “mandil”. Cuando no era época del “mondongo” y tenía también este aspecto se le decía: “pareces una mondonguera”.
NAVEGO.- Trajín. Esos días las “mondongueras” llevaban “navego”, no paraban. También se usaba esto para referirse a las máquinas que había. Ejemplo: “esa máquina se va a romper del navego que lleva”. Para esto también se usaba la palabra “ferrete”.
FERRETE.- Trajín, ajetreo, como el “navego”, especialmente dicho de algún objeto o maquinaria. Ejemplo: “vaya ferrete que lleva esa máquina, en pocos días te la cargas”. También se aplica, por comparación, como el “navego”, a las personas: “Miguel, mira que llevas ferrete, no paras”. Y, también, “dar ferrete” es molestar con insistencia.
DAR PAMPURRIAS.- Ver algo del proceso del “mondongo”, de la “matacía” (aquí, “matanza”, como ya he dicho), a alguno le podría dar eso: asco, repugnancia, nauseas; como ver el mondongo (las entrañas).
ANCHOS.- Intestinos de los animales al sacrificarlos, una parte del “menudo”. Se lavaban bien en la acequia con cal y se utilizaban para hacer los embutidos.
ESTRIPAR.- Destripar: rajar al cerdo para sacarle las vísceras.
ESCARNAR.- Sería como descuartizar, pero de una manera totalmente ordenada: partir en trozos el cerdo, una vez limpio de vísceras, para sacar los perniles y las demás piezas. Siempre se hacía todo igual, sacando las mismas partes.
ESMAGRAR.- Cortar en trozos la carne para capolarla para hacer los embutidos.
ESPEDAZAR.- Quitar la carne del hueso.
PERNIL.- La pongo también porque aquí nunca se le llamó jamón al “anca y muslo del cerdo”, como se lo define (el jamón era solo la carne). En los corderos es la “pierna”(algo parecido). Ejemplo, en la carnicería: “ponme una pierna entera de “ternasco”(en Aragón, la carne de cordero de unos 23 kilos; viene de tierno).
GUARREÑA-. Especie de chorizo, más delgado, elaborado también con productos del cerdo de menor calidad, como con parte del “liviano” (vísceras torácicas del animal, como el pulmón). En otros pueblos de la comarca se llaman güeñas. Para muchos, es la mayor delicia de los productos del cerdo, tanto a la brasa como fritas; lo mejor, entre el pan. No es como la conocida chistorra o choriceta (aquí solo se hacían chorizos, algo más gordo que eso), aunque algunos la suelen confundir por la forma: es algo “mucho mejor que eso”.
BOLA.- No sé si en otros sitios se le llama así, supongo, por la forma. Era uno de los productos que se hacían en la matanza del cerdo o mondongo aprovechando la sangre del cerdo que se recogía en el tarrizo, mientras se le daba vueltas sin parar para que no se cuajara. Era redonda (de ahí el nombre), del tamaño de media pelota de tenis, de unos 100 gramos de peso, y para hacerla se empleaba miga de pan (recién hechas, una delicia; pero, fritas en rodajas, igual).
BUTIFARRA.- La pongo también porque la que se hacía por aquí nada tenía que ver con la catalana. Aquí se hacía con la carne que se sacaba de la cabeza del cerdo. Como ya sabemos, del cerdo se aprovechaba absolutamente todo.
MORCILLÓN.- Morcilla más gorda al hacerse con los anchos del grueso. Era la única diferencia.
MAGRA.- Trozo de jamón, una “magra”. Debe ser muy aragonés. Ejemplo: “hoy en la merienda del morral tienes chorizo, longaniza, queso y magra” (un completo). Si el trozo de jamón fuera casi todo blanco se le llamaría “gordo”; también se le decía “blanco”: “este trozo de jamón es casi todo gordo -blanco-” (a algunos aún les gustaba más; ahora dicen que no tiene colesterol malo, que tiene ácido oléico; todo un descubrimiento).
MAGRO.- Lo que no es “blanco” o “gordo”.
JARRETE.- Hueso del jamón (del “pernil”) una vez “pelado”. Se aprovechaba para hacer caldos y para los guisos.
PITANZA.- Plato o fuente con productos variados elaborados del cerdo para degustarlos recién hechos.
CHICHORRAS.- Trozos grasos del cerdo que se freían. Con esto se hacían las “mejores tortas del mundo”, las de “chichorra” (creo que en algún sitio de España se llaman cocas). Aunque se solían hacer bastantes a la vez -se traían con “tarrizas”- en los hornos del pueblo, no duraban mucho en casa; las rebuscaba todo el mundo. Y un dicho es el de “vete a freir chichorras” (como los churros o los espárragos; lo de freiro asar nieve -antes, cuando nevaba-, que también se decía, era también para engañar a los niños; o a otros más crédulos).
JOREAR.- Esta palabra también es muy aragonesa y “mesonera”: airear, ventilar. Muchos productos de la elaboración del mondongo (como los “perniles” o las “rastras” de embutidos) se subían al granero (lo más alto de una casa), con mucha ventilación (aquí entraba bien el aire; las ventanas solo se cerraban con “andavetas”);para que se “joreasen”, perdieran humedad. Aquí se subían también muchos productos del campo para que se “jorearan” y se conservaran mejor. Aquí no había humedades.La canal del cordero también debía “jorearse” unos días en el granero antes de cortarla. El efecto de jorear es el “joreo”: “¿qué tal va el joreo?”. Cuando había nieblas persistentes le costaba más.
RASTRA.- Ristra. Las “rastras” de embutidos que se “joreaban” en el granero,colgadas en unos palos o cañas colgando de los maderos del techo con unas cuerdas, eran de morcillas, “morcillones”, chorizos, longanizas, “guarreñas” y butifarras. Los “fardeles”, otro producto que se elaboraba en el “mondongo”, se dejaban en tablas o mesas de madera.
PALMO, PALMERO.- Merienda de los chicos en el campo a base de longaniza el jueves lardero: “mañana es el palmero, hay que ir a comer el palmo”. Sería la medida de un palmo de la “rastra” de longaniza (de una mano de un niño).
FARDEL.- No lo recoge así la RAE (para nosotros nos parece de lo más extraño; vamos, que parece como si no fuéramos de España; como si no existiéramos, cuando recoge, sin embargo, cualquier otra tontada). Como una hamburguesa hecha con las partes menos nobles del cerdo, sobre todo, hígado, y envuelta en una telilla, un tejido también animal. Para algunos, como los que se hacían antes, también, una delicia.
DEGOLLADURAS.- Carne del cuello del cerdo que se corta en trozos pequeños y se fríe en la sarten con cebolla y otras especias. Es de lo primero que se come del cerdo. Algunos ni esperaban a la revisión del veterinario con las “muestras”.
ANDAVETA.- No sé si será algo solo “mesonero”, al menos, no la he oído en otro sitio. Pero sería muy extraño. Son las piezas de cierre de madera que antes tendrían en todas las ventanas de las casas; después solo se dejarían, como he dicho, en los graneros o almacenes. Solía haber una arriba y otra abajo, para que cerrara mejor, pero, si era un ventano (ventana pequeña), solo se ponía uno en el centro, ya valía. No importaba que ajustaran bien las hojas de las ventanas o ventanos, ya que se dejaron para los graneros, donde se “joreaban” los productos.
ESTRUEDES.- Trébedes. En otros sitios se llaman estrévedes. Aquí siempre fueron “estruedes”. Aro circular metálico con tres pies que sirve para poner al fuego encima de ella cazuelas, ollas, sartenes, “perolos”, etc. Para el mondongo se utilizaban siempre las más grandes; había otras más pequeñas para el fuego de casa, de la chimenea (los mayores aún decían aquí “cheminera”; debían ser los que no habían ido mucho a la escuela y el maestro no les había podido enseñar todo; como he dicho ya otras veces, al final, fuimos “aprendiendo” (sobre todo, desde la “tele”; es lo que más “enseña”).
PEROLO.- Perol: utensilio para cocinar, usado especialmente para hervir o guisar alimentos, que consiste en un recipiente metálico abombado en los lados, generalmente con dos asas. Se ponía encima de las “estruedes”.
Y en un pueblo cuya actividad principal ha sido siempre la agropecuaria, que lo primero que se hacía al levantarse por la mañana era mirar al cielo por la ventana, no podían faltar también algunas palabras y expresiones particulares relacionadas con el tiempo (me refiero, al estado atmosférico), aunque, seguramente, al menos, algunas se puedan decir también en otros sitios:
AIRUCHO.- Aire muy fuerte, “hacer mucho aire”, normalmente, “cierzo” (el aire más común de Mesones, el que viene del Moncayo, que cuando está nevado es helador); la expresión más común en esto es “soplar el cierzo”: ¡cómo sopla el cierzo! -vamos, como si tuviera “vida propia”; como si fueran reminiscencias de los dioses del pasado-). Por aquí, siempre que llueve algo, después hace viento, siempre, cierzo.Vamos, que esto es muy sano; aquí nunca hay humedades u “hongos”: las plantas y las personas se crían sanas.
HACER AIRE.- Soplar el viento. Sin duda, no es solo cosa de Mesones. Y ¡“hace un aire”…! Es hacer mucho aire, como el “airucho”.
HACE UN AIRE QUE PELA.- Que es muy frío (en este caso siempre viene del Moncayo, el “cierzo”).
“DE REGAÑÓN”.- Que suele venir el aire cambiante. A veces es “llovedor” (que anuncia lluvia). Pero, hay un refrán en Mesones que dice: “aire de regañón, ni agua ni sol, ni abrigo en ningún rincón”.
AIRADA.- Ventolera muy fuerte de una determinada duración que normalmente ocasiona daños. Ejemplo: “esta noche ha habido una airada que ha tirao la mitad de las peras”. Lo de los desastres para los agricultores es lo más normal del mundo: de repente, quedarte sin toda la cosecha del año; sin ganar ya nada en todo el año (porque se hielan o apedrean los cultivos, generalmente; pero hay muchas otras circunstanciasadversas, entre ellas las sequías, ya generalizadas; en tiempos traían hambrunas; vamos que se moría la gente por no poder comer; ahora, al menos, traen alimentos de otros sitios y ya no se muere la gente; los que se “mueren” ahora son solo los agricultores que, simplemente, desaparecen para siempre); por eso, la mayoría se tuvo que ir a la “capital”, a ganar un sueldo.
“ESTAR DE MUDANZA”.- Expresión muy común antes en Mesones. Anunciar diversos fenómenos atmosféricos que va a cambiar el tiempo: “hoy está de mudanza; va a cambiar el tiempo” (suele ser, por el color de las nubes, a la puesta de sol, decían).
VOLADAS.- Ráfagas suaves de viento que refrescan los días de calor.
BOCHORNERA.- Bochorno.
SOCARRINA.- Calorina: calor fuerte y sofocante, calor excesivo. También se decía calorina (y es que el idioma que hablamos en Mesones es el castellano, no lo olvidemos -el que se impuso por aquí; aquí vino gente de muchos sitios- aunque, al estar en Aragón, plagado de “aragonesismos”; como vemos, con casi todas estas palabras, casi como un “idioma propio”, al menos, algo “particular”; y eso que me dejo todavía buena parte de estas palabras “mesoneras”; las que hay en este artículo ya dije que son solo una muestra).
APUNTAR EL SOL.- Calentar ya mucho el sol: “ya apunta el sol”. Lo decían los mayores.
RAYADA.- Ráfaga de sol entre las nubes.
NUBLO.- Nublado, cubierto de nubes. Ejemplo: “hoy el día está nublo”. Palabra, quizá, como otras, muy “mesonera”.
ENCERRAR.- Encerrarse el día, lo contrario de despejar: nublarse, oscurecerse a causa de las nubes, ponerse todo “nublo”.
CHUBASCO.- Propia también de Aragón. Lluvia aislada y de corta duración producida por algún nubarrón, por alguna tormenta. Viene de la voz portuguesa chuva (lluvia), que tiene a su vez origen etimológico en la palabra latina pluvia. Lo siguiente es ya más “mesonero”.
CHUBASCAZO, BORRASCAZO, CHAPETAZO, CHAPARRAZO.- Es lo mismo. La segunda es la más común (de ahí vendrá lo de “borrasquero”). Como el anterior, aguacero o chaparrón: lluvia impetuosa y repentina de corta duración producida por alguna tormenta (por aquí se suelen llamar “tronadas” porque vienen con aparato eléctrico). Suele venir la lluvia en estos casos acompañada de viento. “Chaparrazo” también es aquí echarse un buen trago de vino.
BORRASQUERO.- Que le gusta beber y le gusta la juerga.
BARRANCADA.- Avenida grande e impetuosa de agua por un barranco por alguna tormenta.
“MANGAZO DE AGUA”.- Cuando ha llovido mucho en no mucho tiempo. Ejemplo: “menudo mangazo de agua ha caído en poco rato; la calle de la Herrería parecía un río; hasta se ha metido el agua por la puerta la Gema”. También se dice cuando la acequia va llena o el río muy crecido: “vaya mangazo de agua que baja”.
CHIPICHAPE.- Con mucha agua se puede preparar en el suelo (también de las casas) un buen “chipichape”. Aparece en el “Diccionario histórico de la lengua española”, pero con otro significado, el de dar golpes repetidos, zurrando, castigando o aporreando. Aquí sería pisar una y otra vez el suelo lleno de agua. Por ejemplo, cuando alguien ha tirado sin querer un “pozal” de agua al suelo: “menudo chipichape has preparao”.
CHABISQUE.- También con agua se puede preparar un buen “chabisque”. Aquí en Mesones es solo mucha agua que se ha caído al suelo, como cuando se cae un “pozal”lleno: “menudo chabisque has preparao”.
BARRILLO.- Capa muy fina de barro. Con lo que te podías “esbarizar” y pegarte un buen “culetazo” o “talegazo”. También es, asunto turbio, sucio, nada claro: “aquí hay barrillo” (también vale aquí lo de “barro”; vamos, que te puedes “ensuciar” bien; tampoco recoge la RAE esto).
“DE TEMPORAL”.- Todo lo contrario a lo anterior. Cuando la lluvia no es muy fuerte pero es continua y duradera y puede caer durante más de un día. Esto es lo que quieren los agricultores cuando hace falta que llueva. Que empape lentamente la tierra y no se “escorra” y se vaya de los campos. Con esto se prepara un buen tempero (quizás, de atemperar y temporal).
ESCORRER.- Escurrir.
“BORRASQUIAR”.- Llover poco e intermitentemente.
“LLOVISQUIAR”.- Lo mismo.
“CHUBASQUIAR”.- Igual.
CHIPIARSE.- Mojarse bien.
MOJADINA.- Mojadura, en castellano. Aquí nunca se dijo mojadura; hasta suena mal.
“NEVUSQUIAR”.- Nevar poco y de mala manera.
MATACHOTOS.- Pequeños copos de nieve. “Esta empezando a nevar, están cayendo matachotos“.
REGALAR.- Derretirse la nieve. También, cualquier cosa helada, como el hielo o un helado, “regalarse”.
CHUPETE.- También, carámbano, estalactita de hielo. Antes se veían siempre por los “caideros”; ahora casi nunca se ven ya, o enseguida se “regalan”. Los de las canales de la Canalija, en el “barranco Nigüella” eran espectaculares.
BOLISAS.- Cuando la nieve o el granizo cae en forma de una especie de bolas muy, muy pequeñas; suelen ir acompañadas de viento (esto no hace ningún daño). Se dice: “están cayendo bolisas”.
APEDREAR.- Granizar.
PEDREGADA.- Lo mismo, caer “piedra” (granizo; así se le llama aquí al granizo, piedra). También, efecto de “apedrear”. No existe pedregar, el verbo es apedrear.
BARRUNTAR.- En Mesones tiene un significado algo distinto al de la RAE. Su significado es darse cuenta de algo, notar la presencia de alguien; y también prever, conjeturar o presentir algo por alguna señal o indicio. Ejemplo: “cuando habéis llegado, no os he barruntao”. Pero, también se aplica a la predicción del tiempo; ejemplo: “barrunto que va a cambiar el tiempo ”.
DESCOMPONER.- Empeorar, enfermar. Ejemplo: “la María se ha descompuesto y se ha tenido que quedar en casa”; “estoy descompuesta, no me encuentro muy bien”. Pero, en Mesones también significa cambiar el tiempo a peor, empeorarse el tiempo. Ejemplo: “ya se ha descompuesto el tiempo”.
COMPONERSE.- Lo contrario a lo anterior, también para el tiempo: mejorarse, arreglarse (componerse). También para vestirse bien, como “de domingo” (ya estoy “compuesta”).
Para algunos animales también había otros nombres (ya vimos al lagarto y a la lagartija, y al “arraclán”) que en otros sitios no se decían. Quizás, la mayoría se conozcan en Aragón; por si acaso, digo algunos:
PERDIGACHO.- Macho de la perdiz. Antes había muchas perdices por los montes de Mesones; ahora tan apenas se ven. Criaban hasta por Andacón y la Canalija; ahora por estos parajes ya no se ve ninguna. Las codornices también han desaparecido prácticamente, cuando antes había miles.
PERDIGANA.- Cría de la perdiz.
CHURRO.- Ortega. En otros sitios es churra. Pocos sabrían en Mesones que un “churro” es una ortega. Se llaman así por el sonido que emiten al volar: “churrr…” No hacen nido, solo un pequeño hueco (“escarbadizo”, palabra muy “mesonera”) en el suelo, en una zona árida, al descubierto, con dos o tres huevos, a lo sumo; aunque estén al descubierto al empollar los huevos, su color los mimetiza con el entorno. Son algo más grandes que una perdiz, y muy escasos, apenas se dejan ver. Cuando los ves es solo ya cuando vuelan porque los oyes. Son esteparios, por eso se suelen ver algunos por la Cañada, pero nunca por las zonas más bajas de ésta, por los hondos (tampoco por los “altos”), sino por las laderas. Pero, cada día menos.
CARDELINA.- Jilguero. Esto solo lo aprendimos en la escuela. El maestro que no era de por aquí se sorprendía.
VERDEROL.- Verderón (como un gorrión “verde” -para camuflarse entre las hojas “verdes” de los árboles, donde vive-). También se le dice así al verdecillo, también de color verde, un poco más pequeño y rayado. Los dos eran aquí “verderoles” (más abundante por aquí el verdecillo). Aunque debe ser un nombre común en otros sitios, lo recojo aquí porque en esto de los animales no se puede “escusar” nada: y es que en Mesones, como muchos otros animales (y también los propios mesoneros, como ya sabemos) están en claro peligro de extinción; y esto debido a la desaparición de su hábitat. Antes, como ya vimos en las fotos antiguas, la huerta de Mesones era un auténtico vergel. Muchos de los nidos que había en los árboles de cultivo (por el sistema “tradicional”) eran de “cardelinas” y “verderoles” (ahora los sulfatos continuos -cada semana, con pulverizadores- acaban con todo). Dentro de poco ya no quedará ningún árbol en esta huerta y no podrán criar los “verderoles”; ni ningún otro pájaro parecido, debido al “abandono”, todo se quedará yermo, como un secarral (la de Nigüella, ya sabemos, ya es eso). En la huerta de Andacón, en los árboles -en lo que todavía queda-, crían también numerosos pájaros, de diferentes especies; dentro de nada tampoco lo podrán hacer. El paraje de los Cañares era un lugar especialmente singular para las aves (y para las culebras; las había de un tamaño enorme), por la arboleda que existía. Ahora es también un auténtico secarral. Esa zona, junto al río, debería recuperarse cuanto antes, plantando diversas especies forestales, para recuperar el entorno, dado que esto (“tablares” muy estrechos, como “turrunteros”) ya no vale para los cultivos “modernos”. Y es que esto de los animales silvestres es, sin duda, todo un mundo; son los que conviven con nosotros a diario en el territorio, y a los que tenemos que respetar, como respetamos también a nuestro prójimo (bueno, unos más que otros).
“Verderol”
Verdecillo
PÁJARO SASTRE.- Pocos sabrían que el “pájaro sastre” de Mesones era, según la ciencia, el “pájaro Moscón”. Sin duda, el nombre de Mesones para esta pequeña ave, más pequeña que un gorrión, es mucho mejor que el de la ciencia (no sé si en otros pueblos se le llama también así). Y ello debido a que hace un nido muy particular, como una zapatilla lanuda redondeada colgada en el aire de una delgada rama (cuando “hace aire” eso debe ser como estar en una atracción de feria); por lo general, de un sauce, y sobre el cauce del río -donde crecen los sauces-: los veíamos de pequeños cuando subíamos el Isuela descalzos para el verano. Era, sin duda, “el mejor nido de todos”.
“Pájaro Sastre” en su nido
PANIQUESA.- Comadreja. En Andacón, cuando había algún secadero de maíz en la era, se la veía cruzar por el camino para ponerse allí a acechar, para cazar algún roedor o algún pájaro.
TAFUGO.- Tejón. A estos se les ahuyentaba de los campos (sobre todo, de panizo; para ellos era un “vicio”) haciendo hogueras; y si quemabas algún neumático, mejor;decían.
JABALINES.- Este es aquí el plural de jabalí. Estos también hacían de vez en cuando alguna “escarda”.
FARNACA.- Lebrato: cría de la liebre. Debe ser así en casi todo Aragón.
ZORRA.- Zorro. Aquí siempre fue “la zorra”: “ya ha entrao otra vez esta noche la zorra al corral”. Y esto aunque el corral estuviera “en el medio” del pueblo; por la noche se paseaban por las calles de Mesones “a sus anchas” (hasta entraban muchas veces por el “paso los corrales”, en la Herrería, a los corrales de los Pacos, aunque hubiera “retes” en las tapias del corral; para lo que tenían que atravesar todo el pueblo; bajaban por la calle de detrás de la torre de la iglesia).
JUDÍA.- Avefría. Solo venían por aquí del norte y centro de Europa cuando hacía mucho frío. Ahora ya no se ven nunca. Nos sorprendía que los mayores las llamaran así. Son más grandes que los “tordos”.
TORDO.- Estornino. Esto también lo aprendimos en la escuela. Para el invierno venían de “Europa” los de “pintas blancas” (estornino pinto). Antes los cazaban para el invierno los cazadores, un poco antes del amanecer, en los cañares de Andacón, donde dormían. Ahora se ven por aquí mucho menos que antes (han debido colonizar también otras zonas).
TORDILLA.- Zorzal. Como del tamaño de un tordo. También se le decía “torda roya”. Son los que suelen criar, hacer el nido, en la cruceta de los troncos de los árbolesfrutales o de las ramas más gruesas.
“Tordilla”
TORDA NEGRA.- El mirlo. Por contra de la “torda roya” o “tordilla” (el zorzal).
ALETA.- Papamoscas cerrojillo. Pocos sabrían aquí que una “aleta” es un papamoscas y, además, cerrojillo. Antes eran muy abundantes al final del verano, cuando estaban de paso. Ahora apenas se ven. Venían hasta de Finlandia.
“Aleta” (Papamoscas cerrojillo)
PAPIRROYO.- Petirrojo. Esto lo aprendimos en la escuela.
CULIRROYO.- Colirrojo. Criaban mucho por las cabañas y casetas del “monte”. Ahora ya no podrán, al estar todas abandonadas, derruidas. Y “encima”, a las que quedan, les ponen impuestos, aunque ya no tengan ni puertas (las abrieron todas para llevarse lo que hubiera, hasta las tejas).
CULIBLANCA.- Collalba negra; pero con la cola blanca. Antes se veían muchas por los montes. Son aves migratorias que venían aquí a criar. Ahora ya no se ve ninguna (debe ser lo del cambio climático). Solo se ven collalbas grises, más pequeñas.
“Culiblanca”
ZARZALERO.- Pequeño pájaro que se esconde y hace su nido entre los zarzales o los arbustos muy tupidos de las huertas. Se esconden por aquí y ya no hay manera de verlos; aunque ellos sí que te ven desde dentro. Si meneas el zarzal, se van a otro. Puede ser la “curruca zarcera”. La “tomillera”, aún más pequeña, solo está por el monte.
GOLONDRINA.- Avión. A la golondrina se le llama “golondrina de monte”. Se distingue perfectamente que son dos especies. La primera solo estaba en el pueblo.También está por aquí, por las peñas de la Canalija (nunca por el pueblo), la “golondrina de roca” (el avión roquero); éstas son pardas.
REPICATRONCOS.- Pico pica pinos (el nombre científico); picapinos, picatroncos, picamaderos o pájaro carpintero son otros de los nombres con los que se conoce en otros sitios. Aquí siempre fue “repicatroncos”. Donde más se les oía siempre picar los troncos (mejor, repicar) era por las choperas de Andacón. El sonido es inconfundible. Por aquí había muchos agujeros en los chopos. También se le llamaba así aquí a otro pájaro, el alcaudón, no sé por qué; su “misterio” tendrá.
ABEJERO.- Abejaruco. Aunque es muy común en muchos sitios, hasta sale así también en el DLE. Como también sale ya el “andarríos” (la lavandera; en algún sitio llaman a ésta aguzanieves o engañapastor; pero no tiene nada que ver; debe ser solo por el “comportamiento”, como veremos ahora).
GAVILÁN.- Cernícalo. De pequeños ya vimos por los libros que eran dos especies diferentes. Pero, aquí era así, el cernícalo siempre fue el gavilán. Criaban por las peñas de la Canalija. También en los barrancos de tierra (como pequeños acantilados) de la Cañada.
Gavilán
“Gavilán” (cernícalo)
ENGAÑAPASTORES.- Chotacabras, aguzanieves. Siempre están en el “monte”. Se te dejan acercar tanto que parece que los puedes coger porque les pasa algo; te torean. Aunque son muy escasos y solitarios, se solían ver mucho por el Ventoso, por la parte del Casposo y Pandecuella, casi siempre al atardecer.
MILOPA.- Alimoche. Nos sorprende también este nombre que le daban aquí los mayores.
PICARAZA.- Urraca (esto nos lo enseñaron también en la escuela; los maestros no sabían qué era una “picaraza”). Antes había muchas por Mesones, por la Huerta y, sobre todo, por la huerta de Andacón. No dejaban un fruto sano; y hasta se comían la simiente de los sembrados, como las “grajas”. Cuando pusieron frutales por la “Ribera” (valle medio bajo del Jalón), desaparecieron todas. Ahora se ven ocasionalmente para el invierno. Muchas se habrán ido ya también (como la mayor parte de la gente de los pueblos) a Zaragoza, a la “capital” (los parques por allí están llenos).
GRAJA.- Grajilla. Aquí las grajillas eran “grajas” (las grajas son más grandes). Antes había muchas. Por aquí, cerca del pueblo, criaban en el castillo y en las peñas de la Canalija (detrás del castillo). Pasó exactamente lo mismo que con las “picarazas”; ahora solo se ve ocasionalmente alguna bandada para el invierno. Los frutales de la Canalija los tenían entonces “en perdición”.
CUERVO.- Corneja. Aquí cuervo y corneja es lo mismo; vamos, que no se conoce la palabra corneja. La mayoría de los “cuervos” que se ven por aquí (sobre todo, por los secarrales y nogueras de Andacón; aquí hay de todo) son cornejas; los cuervos son mucho más escasos (y grandes) y estarán más por la Buitrera, donde pocos (salvo Fernando) los puedan ver.
PALVADA.- Parvada: también, bandada o conjunto de aves. Aquí se aplicaba también cuando hay muchas cosas juntas, o niños: “vaya palvada de críos había hoy en el río”.
GURRIÓN.- Gorrión. Así los llamaban nuestros abuelos; se ve que no les habían enseñado mucho los maestros, porque habrían ido poco a la escuela. También, un “gorrión de canalera” es un granuja: “menudo gurrión está hecho, de canalera”. Y es que los “gurriones” (los que había por el pueblo, los de “canalera” -no los de “monte”- eran muy granujas: se metían a la cuadra o al gallinero (todo solía ser lo mismo) donde comían las gallinas a quitarles el “pienso”. A veces salían auténticas “palvadas”. Ahora están, sobre todo, como las palomas, por las “naves de ganado” (que es como se llaman ahora a los corrales y parideras del ganado lanar).
CHILANDRE.- Gorrión chillón. Aquí, como debe ser en algunos sitios de Aragón, no en todos, eran “chilandres”. Solo se les veía por Andacón; criaban en los tejados de las “parideras”. Son “gorriones de monte”, como se decía aquí (como alguna otra clase; el “molinero” es otro de ellos), nunca están por el pueblo. Son los que tienen la corbata amarilla. Al contario que el gorrión común, el macho y la hembra son iguales. Para el invierno forman pequeñas “palvadas”, como los gorriones del pueblo. Cuando desaparezcan los corrales de Andacón, desaparecerán también los “chilandres” de Mesones. Ya sabemos que a los “gobiernos” les interesa esto “un pimiento”. Hasta les han echado “contribución” (ahora es el IBI; antes era el impuesto por excelencia que se pagaba en los pueblos; no existía aún el IRPF; aquí venía a cobrar por todas las casas del pueblo el “contribucionero”) a las cabañas del monte, aunque no valgan para nada; vamos, para que las “hundan” todas (por si alguien no lo sabe, para que las derriben todas), cuando lo que deberían hacer es pagar por conservarlas. Pero, ya sabemos, aquí, cada uno “va a lo suyo”.
MOÑUDA.- Cogujada. Poco más pequeña que un tordo. Abundante en los montes de Mesones (aunque menos que antes). Se las ve mucho por los caminos, donde ven mejor a los insectos que cruzan. Tienen un vuelo muy particular. Se caracterizan por su “moño”. Deben ser parientes de las alondras, con las que las confunden por ahí con los nombres. Estas, un poco más pequeñas, tienen otros comportamientos: las alondras son también inconfundibles en primavera (después ya no se ven) cuando se oye su canto por la Cañada suspendidas en el cielo (toda una habilidad). También tienen algo de cresta.
“Moñuda” (cogujada)
Alondra
MADRILLA.- Pez de río más pequeño que el barbo. Les decíamos también “crías de barbo” (pero ya vimos después que era otra cosa).
CABEZUDO.- Renacuajo. El abrevadero de la fuente de Andacón estaba para el verano siempre lleno. Ahora ya casi no se ven. Ya sabemos que es un ecosistema único. Pero, pronto desaparecerá. La Administración no se preocupa por estas cosas; le importan un pimiento; al revés, si puede te sanciona por cualquier tontería.
CARACOLA.- Caracol más claro y pardo de concha y no tan redondeado como el común. Aquí se le llama también “caracol de monte”, al estar más adaptado a terrenosmás secos. Otro es el caracol o caracola blanca, especie protegida (hay de dos clases, unos pequeños y otros grandes; solo están en el “monte” y en terrenos calizos). De pequeños, por el nombre, pensábamos que el caracol común era el macho y la “caracola” la hembra. Después ya vimos que son dos especies diferentes. Hay otras especie más pequeñas, pero ya no tienen nombre: todas son ya caracoles o caracolas “pequeñas”.
“Caracola” (caracol “otala punctata”), arriba, y caracol común, abajo
GUSARAPO.- Cualquier gusano gordo y que dé asco. Algunos de estos salían por el “fiemo”. Serán las larvas de algún insecto (algún escarabajo).
LIMARCO.- Babosa. Ejemplo: “Con la aguada de la mañana, han salido muchos limarcos por el huerto”.
PAJARILLA.- Palomilla, mariposa nocturna.
TOCINA, TOCINILLA.- Cochinilla, un bicho que vive debajo de la tierra. Las gallinas las buscaban mucho escarbando en el corral.
CAPARRA.- Garrapata. De aquí vendrá lo de “escaparrar”, mandar a alguien a freír churros.
ZOMPIA.- Ciempiés, escolopendra. Hay un dicho en Mesones que dice: “si te pica una zompia no comes judías en siete días” (del “mal” -daño- que hace; lo de daño era para los de la “capital”; hasta que no se acostumbraran, no entenderían ni la mitad de las cosas, vamos, “ni miaja” -nada-, como se decía aquí).
ARRANCACULOS.- Tijereta. Insecto, escarabajo alargado con el abdomen terminado por dos piezas córneas móviles, que forman una especie de alicates. En otros sitios son “cortapichinas”. Y aún tienen más nombres.
MARÍA.- Mantis religiosa. Aquí siempre eran “marías”; no sé por qué.
MISINO.- Gato manso. También, “minino”.
CULECA.- Clueca. Otro animal, la gallina “culeca”. También es, según Wikipedia: “una torta, o bollo grande, que se consume en diversas partes de España, en diferentes fechas señaladas y con diferentes rellenos” (la “mona de Pascua”, en algunos sitios; aquí es en Pascua de Resurrección). Aquí a estas tortas dulces se les ponía un huevo cocido en el centro, arriba, el de la “culeca”. Los niños iban ese día al campo por la tarde (a merendar) a “comer la culeca”.
FURO.- Fiero, salvaje. Aquí siempre era “furo”. Ejemplos: “ten cuidado que ese gato pequeño es furo y te hará alguna arañada” (arañazo); “ten cuidado que ese mardano es furo y te tofará”. Lo contrario, ya sabemos, es ser manso: “no tengas miedo que ese gato es manso y no te hará nada”.
ORITA.- Lógicamente, no aparece en el DLE. Cabra moncaína o cabra celtibérica; así se llamaban por aquí, “oritas”. En peligro de extinción (donde más quedan es en la comarca del Aranda). Son las únicas que había antes por aquí; las veíamos en los rebaños de ovejas, siempre había unas cuantas (eran todas muy parecidas -era la misma raza que venía de muchos siglos atrás-, y no solo eran del dueño del “ganao”, sino de otros vecinos -se las llevaba el pastor en el “ganao” a cambio de pastos-, que iban al corral por la noche a ordeñar su cabra). Ahora ya no las quieren llevar los pastores porque las cabras, ya se sabe, “dan mucha guerra” (de ahí que estén en peligro de extinción). Además, después se trajeron otras razas, como la murciana; pero, siempre había alguna “orita”. En comparación con otras, la “orita” tiene el pelo largo y abundante, para adaptarse a los rigores del invierno de estas tierras del Moncayo. Se distingue enseguida una cabra “orita” de otra que no lo es, hasta los chotos.
Chotos de la raza cabra moncaína (“orita”)
Macho adulto (cabrón) de la raza cabra moncaína (“orita”)
Pero, lo que más llama la atención en esto de las palabras es la infinidad de adjetivos aplicados a las personas. Aquí hay para todos los gustos, pero especialmente los que no dejaban muy bien parado al “sustantivo”, al sujeto, al individuo (y eso que, lógicamente, no he puesto muchísimos más que aunque se digan también con frecuencia en Mesones, son “propios” también del castellano -lógicamente, el idioma que hablamos-, la mayoría, igualmente, nada buenos; parece que no nos conformamos solo con estos; así tenemos más para elegir). Veamos algunos, hasta por orden alfabético:
ABECHUCHO.- Espantajo, persona sosa, sin gracia. También se le decía así a cualquier pájaro grande que no se conocía.
ALCAGÜETE.- Alcahuete. Chismoso (que va contando todo), curioso. Ejemplo: “no le cuentes nada a este que es un alcagüete”. Viene de “alcagüetiar”: chismorrear, curiosear.
ALHAJA.- En sentido irónico, todo lo contrario: “buena pieza”: “menuda alhaja se lleva”. Vamos, como lo de “joya”, lo mismo.
ALICATE.- “Buena pieza” (tal como define esta “pieza” el DLE).También se utilizaba para decir que es de “buen comer”.
ALPARCERO.- Persona que le gusta estar en todos los sitios. De aquí viene “alparciar”. Hasta hubo un “periódico” mensual en Mesones que se llamaba “El Alparcero”. Aquí debía haber, pues, muchos “alparceros”. Ejemplo: “mira que eres alparcera, no se te caerá la casa encima, no”.
APACÓN.- Con poca iniciativa y resolución para hacer las cosas. Vale para los dos géneros.
Un grado más es “apacón de colmena” (como un zángano).
APAPUCIO.- Bobo, tonto.
“APAÑAO”.- Tener maña para hacer las cosas, ser un manitas. Ejemplo: “Fulanito es muy apañao para todo” (muy mañoso).
APATUSCO.- Persona simple, tonta, con poca gracia y algo metepatas.
“ARGUELLAO”, “ALGUELLAO”.- Persona delgada, flaca. También se emplea para animales, ejemplo: “qué alguellao está este gato”; “no lo toques tanto que lo vas a alguellar”. No entendí nunca el por qué tocar mucho a un gato lo “alguellaba”.
BADANAS.- Persona vaga y mal trabajadora.
BARANDA.- Que le gusta más la juerga que el trabajar; o que va de un sitio a otro.
BARDALERO.- Vendría de bardal, cubierta de espinos, y de saltar bardales; y parece que se definía como el que huye sin reparar en obstáculos. Persona que está siempre haciendo trastadas sin reparar en sus consecuencias, ladronzuelo. Muchas trastadas se harían entonces por el campo, como robar los productos ajenos y salir corriendo, saltando bardales.
BROZAS.- Persona descuidada y que hace las cosas sin cuidado, desaseada, manazas.
CAGAMANDURRIAS.- Cobarde, pusilánime.
CANELO.- Poco “avispao”, que lo pueden engañar fácilmente.
CARNUZ.- Palabra aragonesa que significa según la RAE carroña, carne corrompida. Pero también es ruin y despreciable. Y, también, “agarrao”, “carroña”. Y también bruto, torpe, muy lento en hacer las cosas. Vamos, que lo tiene casi todo. De aquí deriva “carnuzo”, lo mismo (esta ya no sale en el DEL).
CARROÑA.- También, “agarrao”, rácano, “roñoso”, “roña”, “tacaño”.
CASCARRIA.- Que habla mucho, que “casca” mucho. También, algo más “científico”, suciedad que cuelga de la lana del ganado en la parte inferior.
CASQUINA.- Lo mismo, que “casca” mucho, pero como es, a veces, molesto, en este caso se dice que es un “casquina”.
CASCAR.- Hablar, charlar, “charrar”. La RAE la recoge solo como “coloquial”.
CEPO.- Ceporro: torpe e ignorante.
CERROJO.- Bruto, inculto, torpe: “eres más torpe que un cerrojo”.
CONDUELMO/A.- “Pesao/da”, cansino/a, que repite mucho las cosas haciéndose cansado. Ya no se dice, pero puede ser una de las palabras más “mesoneras”.
CHANDRO/A o CHANDRÓN/CHANDRONA.- Vago, holgazán. Persona que no tiene ganas de trabajar ni de hacer la faena. “Hoy estoy chandro”.
CHARRADA.- Acción de “charrar”.
CHARRINA.- “Charrín”, de “charrar”. Muy hablador, siendo ya algo molesto; como “casquina”.
CHIRIBILLAS.- Menudo, pequeño, delgado. Ejemplo: “vaya chiribillas que estás hecho, no abultas nada”.
CHIRIVAINA.- Poco serio, irresponsable; “enredador”, trasto, “trapalero”.
CHULETA.- Chulo.
DESECHO.- Aquí también es desordenado, dejado, manirroto, desgobernado.
“DESTALENTAO”, “ESTALENTAO”.- Sin talento. Persona simple, con poco juicio, con poca cabeza, no midiendo sus actos. Ejemplo: “Marido, mira que eres destalentao, cómo se te ocurre subir a los cuatro niños en el macho guito, si llega a pasar algo…”
“DESUSTANCIAO”.- Aquí se decía a todas horas. Persona sin sustancia, desaborido, soso, sin gracia y sin interés, sin acierto en sus palabras, que actúa fuera de contexto. Ejemplo: “que poca gracia tienes, mira que eres desustanciao”.
ENREDADOR.- El que “enreda”; ya lo veremos luego. También, liante.
ESCUSÓN.- Ahorrador, un poco rácano y “agarrao”, que gasta poco. Supongo que ahora ya no se dice.
“ESGANGUILLAO”.- Flaco y de poca fuerza. También se aplica a algún objeto, de donde viene lo anterior: que ha perdido la sujeción correcta de sus piezas sin llegar a desprenderse ninguna. Por ejemplo: “no te sientes en esa silla que está toda esganguillada”, se te doblarán las patas y te caerás al suelo”.
ESGANCHILLARSE.- Perder un objeto la sujeción correcta de sus piezas. Se suele aplicar a los muebles en general.
ESGARRAMANTAS.- Desgarramantas. Persona de poca valía y posibles, sin oficio ni beneficio, que no hace bien las tareas y es holgazán. Parece que viene de la persona que no tiene para una buena manta y ha de conformarse con una que les tape o los pies o la cabeza, pero no ambas partes. También se entiende por una persona muy dejada, poco arreglada y muy desastrosa en sus quehaceres de la vida diaria.
ESGLAJINAR o ESCLAJINAR. Quejarse. Ejemplo: “Esta todo el día ESGLAJINANDO de su trabajo”.
ESMANGAMAZOS.- Persona torpe con las manos, manazas. Viene de: “¡ala!, ya has esmangao el mazo; es que no sabes usarlo”. Siempre tenían que buscar alguna excusa cuando al que le pasaba era un joven. Lo más probable era que se hubiera soltado el mango, el palo del mazo, porque estuviera ya demasiado usado, y que en algún momento tuviera que fallar. Si les pasaba a ellos, no pasaba nada, era ya el desgaste del mazo.
ESPADÍN.- Persona flaca y alta. Pero, sobre todo, a los niños delgados, flacos (para advertirles que tienen que comer más).
“ESVINAGRAO”.- Que tiene mal genio. Viene de avinagrarse (“esvinagrarse”) algo, sobre todo, el vino: ponerse agrio y terminar siendo vinagre.
FALSO.- En Aragón, como en Mesones, es también flojo, haragán; y cobarde, pusilánime.
FANFARRIA.- También, fanfarrón.
FARFALLOSO, FARFALLA.- Tartamudo, tartaja. A veces, en Mesones, la R se convertía en L: “falfalloso”, “falfalla”.
FARFULLAR, FALFULLAR.- Tartamudear.
FARRULLERO.- Entrometido, mentiroso, farsante, También, que no respeta las reglas. Jugando al futbol, que hace muchas faltas: “mira que eres farrullero”.
FARUTE.- Farolero, ostentoso, fanfarrón.
GABACHO.- Cobarde. También, flojo, de poco vigor y valor.
GULLA.- Bulla, bullicio, alboroto, barullo, jaleo. Gritería o ruido que hacen una o más personas.
Ejemplo: “Vaya gulla que han metido esta noche los de la Peña las eras”.
LAMBREÑO.- Animal o persona delgada, estrecha, de poco vientre.
LAMBROTO.- Buen comedor, glotón.
LAMINERO.- Goloso, que le gustan los dulces.
LERÉN.- Necio, tonto. Ejemplo: “no seas un lerén”; y lo que más se decía: “eres el tonto lerén”.
LUCIDO.- Sano, robusto (otra buena -palabra-).
MAMBRÚ.- Huraño, introvertido. Tonto, bruto o torpe en grado extremo.
MANDRIA.- En Aragón es vago, holgazán.
MANIOSO.- Maniático.
MATRACO/A.- Torpe, zoquete. También que da mucha matraca (insistencia molesta).
MELONDRO.- Molondro. Cabezón, poco inteligente, corto de entendimiento.
MELONCIO.- Tonto, necio, melón.
MEMBRILLO.- Ingenuo.
METICÓN.- Entrometido.
MIQUITOSO.- Niquitoso. Dengoso, minucioso, aprensivo a las comidas.
MODORRO.- Ignorante, que no distingue las cosas.
MORLACO.- Animal (o, ya, persona) muy grande.
MORRUDO.- Que le gusta solo lo bueno.
MOSTRENCO.- Grande, bruto, deforme.
PAMPLERO.- El que hace tonterías con poca gracia, tontaina. Aquí se decía mucho, como los anteriores.
PAMPLINAS.- “Pamplero”.
PANTASMA.- Fantasma: persona envanecida y presuntuosa.
PANTO.- Pando: lento, parado, tranquilo.
PAREJO.- Que hace las cosas deprisa y de mala manera.
PAYASO.- El que dice tontadas, tonterías. Uno de los adjetivos más usados en Mesones. No solo se decía “no hagas el payaso”, sino “eres un payaso” (y no por hacer reír, ni mucho menos; vamos, todo lo contrario).
PELADILLA.- De poco fiar.
PELICÁN.- “Pelicustrán”.
PELICUSTRÁN/A.- Tarambana, ligero/a de cascos. Después pasó a llamarse así, “cariñosamente”, a los niños/as pillos/as y traviesos.
PELONA.- De pelo largo.
PELUCHONA.- De aspecto desaseado.
PENDÓN.- Aquí también es torpe, vago, que no hace nada.
PICULINA.- Aquí no es nada malo: desenvuelta. También se les dice esto a las niñas espabilidadas.
PIJAITO.- Pijo. También “pijauto”, es alguien que hace o dice tonterías sin gracia.
PINCHO.- Apuesto, guapo, bien vestido (alguno más tenía que salir también bueno).
PISPAJO.- Persona o cosa de poco valor (el DLE solo lo aplica a las cosas y a los “pequeños”; aquí es mucho peor).
PITO.- Además de lo que dice la RAE, era una canica (aunque se le llamaba aquí más“pitón”; si eran de “cristal” se solían llamar “chivas”, para diferenciarlos; ya sabemos, para jugar al “gua”); y una persona tiesa, arreglada, bien plantada. Ejemplo: “qué pito que va”. También se usa para decir que alguien que ha estado enfermo está ya bien; y que alguien ya muy mayor se conserva muy bien, que está “pito”. No todo tenía que ser malo.
PITUDO.- Lo mismo: guapo, atractivo. También, por el parecido, como “tener pitera”: “qué pitudo”.
POCACHICHA.- Muy delgado. Se le decía mucho a los niños.
POCASANGRE.- También, todo junto. Cobarde, falso, pusilánime; y mal trabajador, sin vigor, ni ímpetu y tesón para hacerlas cosas, sin rasmia.
PRETO.- “Agarrao”, “tacaño”, “roñoso”.
QUISQUILLA.- Persona que mete cizaña.
RASCAMIAJAS.- Persona de poca fuerza, poca cosa, y que no le cunde al trabajar.Otra acepción: tacaño, miserable, que va “rascando”, escatimando.
RASCAYÚ.- Persona sin oficio ni beneficio; también, pequeño, “rascamiajas”.
REBORDENCO.- Degeneración de borde (impertinente, mal intencionado, con “mala uva”; vamos, borde).
ROCERO.- Aquí no es como dice la RAE; aquí tiene un significado positivo: que le gusta tratar con la gente, que es afable, que le gusta alternar, tener roce, contacto con la gente; que no es introvertido, que es “rocero”.
ROMANCERO.- Persona que “romancea”, quejoso, latoso. Ejemplo: “no me vengas con romances (cuentos, excusas) que no estoy para aguantarte”.
ROMANCEAR.- Quejarse con cuentos o excusas, con “romances”.
ROÑOSO.- Aquí es, además de un objeto oxidado, “agarrao”, rácano, que no suelta un duro, un “tacaño”, un “roña”.
RUCHE.- De poco fiar; mejor no tener tratos.
RUFO.- Que va orgulloso, contento, vistoso, aunque un poco fanfarrón o creído.
SANSELO.- Tonto, que no entiende las cosas.
SATÉLITE.- Persona de mala catadura, mala condición. Supongo que nadie sabe ya esto.
SENTENCIAS.- Pesimista al hablar.
SOMARDÓN, SOMARDA.- Reservado, simplón solo en apariencia, que parece que no le va ni le viene lo que sucede a su alrededor, que disimula su intención, y algo socarrón y sarcástico.
SOPAZAS.- Bobo, “atontao”; excesivamente tranquilo y lento.
TACAÑO.- Aquí es “roñoso”, “agarrao”.
“TEMPLAO”.- Persona ligera, rápida haciendo la faena. Como ligero, es una palabra muy utilizada aquí (otra buena).
TRACAMANDERO.- Persona curiosa, liante, entrometida, alcahueta, que habla mucho y que es embustera y liante (vamos, que lo tiene todo).
TRAPALERO.- Trápala: embustero. Trápala: embuste, engaño.
TROMPETERO.- En Mesones se refiere al que es “borrasquero”, que le gusta beber y le gusta la juerga, lo mismo.
TRONERA.- Calavera, persona de vida disipada y libertina, juerguista.
ZABORRERO.- Que trabaja mal, hace mal las cosas y es chapucero.
ZÁFORAS.- Que hace las cosas deprisa y mal, sin tener cuidado.
ZAPO, ZAMPO.- Torpe de movimiento.
ZANCOCHERO.- Al que le gusta hacer las cosas, meter mano, estar en todos guisos, pero las hace mal, ponerse a hacer lo que no sabe, chapuzas. También, meterse donde no le llaman, entrometido, estar en todos embrollos o líos, en todos “zancochos”.Palabra de lo más usada siempre en Mesones.
“ZANCOCHO”.- Embrollo, lío.
ZARRAPASTRERO.- Zarrapastroso: sucio, desaseado, desaliñado, andrajoso.
Para las cosas y tareas de la casa, además de las que ya han salido, había también algunas palabras “propias”:
BADILETA.- Pequeño “badil” (“recogedor”) para recoger la ceniza del hogar. Uno de los objetos de hierro que estaban siempre en el hogar. Además de la “plancha” (la placa gruesa de hierro que se ponía junto a la pared de la chimenea para protegerla del fuego, decorada en relieve con diversas escenas campestres), otros utensilios eran: las “tenazas” (con unos mangos muy largos, para que no te quemaras), el “soplillo” (lo que sustituyó al fuelle), un pequeño tubo de hierro para avivar el fuego soplando; las “estruedes” (las pequeñas; cuando no hacían falta -cuando se ponía el puchero, no hacían falta- se colgaban de un clavo dentro de la chimenea; las grandes solo eran para algunas ocasiones y para el mondongo; aunque aquí la lumbre se solía hacer en la calle o en el corral) y los “gatos”, para sujetar y coger los “perolos” y pucheros. El otro gato también solía estar siempre, precisamente, allí, para el invierno, de ahí no salía. Cuando tenía calor, se subía al banco, en el que había una o varias mantas de campo, las de cuadros, para sentarse, para estar mullido; esto si no estaba ocupado el banco; en esto el gato era siempre el último, lo despachaban al “probe” (era lo que decían siempre los mayores).
Y hay una anécdota que no quiero que se pierda y que me la contó Alberto. Cuando era muy niño, todos los veranos venía a su casa un hombre ya algo mayor, jubilado, y se quedaba siempre a comer ese día. Pero se comportaba como nadie lo hacía nunca. En vez de sentarse en alguna silla de la “cocina” donde estaba el hogar, o ya en un sofá que había, como hacía todo el mundo que venía, éste se metía por detrás de la mesa, que tenía que esquivar, y se sentaba en un banco del hogar, siempre en el mismo banco, y en el mismo lado del banco. Esto no lo hacía nadie. Al final descubrió que ese hombre había vivido en esa casa y que “ese era su sitio”, cuando allí vivía, en ese banco (y es verdad, cada uno suele tener su sitio en las casas, hasta el gato). Fue antes la casa de mis abuelos y él trabajaba para él de pastor, “sirviendo”, y allí vivía.
BANCAL.- Aquí es también una tela para tapar el pan. Para que se conserve mejor.
“BARANDAO”.- Barandilla, pasamanos.
BARRAL.- En todas las casas había barrales para el vino. Garrafa de una arroba de vino (unos 12 litros). Del barral se echaba después al porrón. El vino siempre se bebía del porrón, o de la bota. Con la bota coge un sabor especial.
BOTIJA.- Botijo. Para beber agua (alguno ni la probaba en todo el año; no la conocía, con el vino le sobraba). En Mesones era la “botija” (después nos enseñaron, muy pronto en la escuela, que una “botija” era un botijo). Era con lo que se bebía antes en las casas, y en los demás sitios. Se llenaba de la “tenaja” (la tinaja). Y antes “botija” sería “boteja”, lo que se llenaba de la “tenaja”. Ya sabemos que había de dos clases: las “normales” y otras más pequeñas y “chatas” (estas, seguramente, siempre se quedaron en “botijas”: lo más aplanado parecía siempre más femenino y lo más alargado masculino).
CALZERO.- Calzado. Lo de calzado aquí antes no existía.
CARACOLERA.- Lugar donde se guardaban los caracoles cogidos del campo. Eran cestas de mimbre alargadas o un pequeño habitáculo de madera con un “rete” muy fino. Después ya se metían solo en un saquete de malla (solían ser verdes) y se colgaban de un madero (hacían ya la misma función que las “caracoleras”).
CATAPALVADA.- Multitud de gente en un lugar. “Vaya catapalvada de gente que había en la plaza”.
COMEDOR.- El salón más grande y más “lujoso” de la casa. Una habitación en la primera planta, donde estaba también siempre la “cocina” (la habitación del hogar, del fuego, donde se hacía la vida; aquí también estaba siempre la “fregadera”). En el “comedor” es donde están los mejores muebles de la casa y donde se exhiben los mejores objetos, los más valiosos, y las fotos (bodas, comuniones…). A pesar del nombre, solo se utilizaba para comer en ocasiones muy especiales, comuniones, bautizos, celebraciones, o cuando venían familiares o amigos de fuera o personalidades. Si no, aquí nunca se entraba. En las casas “modernas” esto ya no existe. Creo que ya han ido desapareciendo de los pueblos, de casi todas las casas, los “comedores”.
CORBERTERA.- Cobertera, tapadera.
CUBIERTA.- Colcha. Esto último fue ya algo más moderno y “sofisticado”.
EMBASADOR.- Embudo. Hacía falta para trasegar el vino y llenar los barrales; y el porrón.
ENREDO.- Aquí, también, un objeto de poca importancia y que estorba (“enredar” puede venir , pues, de estorbar, molestar; lo veremos luego) . Ejemplo: “no tienes más que enredos por todas partes”. En las casas, sobre todo, las de pueblo, nunca faltaban “enredos”.
ESCORREDERA, ESCURRIDERA.- Ninguna de las dos sale en el DEL. Recipiente de metal para escurrir (“escorrer”) las verduras; como la “miguera”. Era lo mismo.
ESCUSAR.- Para que la economía de la casa fuera bien había que “escusar”: ahorrar. Palabra también muy “mesonera”.
ESPARTO.- El estropajo para fregar el “vajillo”. Aún lo hemos utilizado algunos, hasta que sacaron los modernos, o las “nanas”.
FENEFA.- Cenefa.
FLIX.- El insecticida siempre era el flix, para las cucarachas (antes eran solo negras) y demás.
FLOCADA.- Era una tarea más de la casa, la de vestir a los niños y demás. Significa, lazada. Para deshacerla solo tenías que estirar de una punta. Era mejor que hacer nudos, estos, aquí, no se podían soltar estirando. Ahora, si echabas dos “flocadas” ya no puedes quitarla estirando. Ejemplo: “llevas los cordones desatados, hazte una flocada para que no se te suelten”. Para ponerse el delantal, para hacer las faenas de la casa, había que hacerse una “flocada” sin mirar (la verdad, es muy sencillo, aprendimos ya de pequeños).
FREGOTE.- Conjunto de vajilla (o “vajillo”) para fregar: “aún tengo todo el fregoteen la fregadera”; “menudo fregote me habéis dejao” (cuando lo que hay que fregar es mucho).
FRITADA.- Entre las tareas de la casa estaba también la de “hacer la comida”: cocinar. Aquí, como en buena parte de Aragón, no era fritura, ni cosas simplemente fritas, sino un pisto: plato compuesto de diversas hortalizas, como calabaza, patata, cebolla o pimientos.
GATERA.- Agujero redondo que había en algunas puertas antiguas de las casas de Mesones para que entrara y saliera el gato. Antes era necesario tener un gato en casa dado que, al tener allí muchos productos del campo, siempre había ratones (y en los corrales, ratas).
GUARICHE.- Cuchitril, cuartucho. En las casas viejas solía haber alguno.
JACULATORIA.- Según el DLE, uno de sus significados es oración breve y fervorosa. Pero en Mesones se refiere a lio, rollo, historias que van a suponer un trabajo extra. Ejemplos: “No me vengas con jaculatorias, que no tengo ganas ni tiempo de hacer lo que me pides”. “No estoy para jaculatorias como antes, que estoy ya muy mayor”.
JASCO.- Áspero, “basto” al paladar. Así son, por ejemplo, los caquis sin madurar bien.
MASCARÍN.- Mancha de hollín. Esto era normal si jugabas con el fuego en la chimenea (no te dejaban porque te decían que te mearías en la cama; sería para que te estuvieras quieto; qué tendría que ver).También podías pintar con “mascarines” (tizones) y hasta pintarte la cara con ellos, como una máscara.
MEDOLLA.- Miga del pan, lo que está dentro de la corteza, la “medolla”. Aunque las migas se hacían con todo el pan, no solo con la miga. Era antes aquí el desayuno de cada día, las migas. Cuando hacía mucho frío o nevaba se solía “almorzar” también “farinetas”. Eran de más alimento. Aquí no existía aún el “desayuno”; por la mañana era siempre almorzar, y hasta comer. Después esto ya cambió, de chicos: primero se desayunaba, después se almorzaba (un bocadillo), después se comía, después se merendaba (otro bocadillo) y después se cenaba; y, a veces, hasta se recenaba (o, al menos, te bebías un vaso de leche con “colacao” antes de ir a la cama). Menudo “vicio“ (luego lo veremos).
PINGO.- Cosa pequeña y de poco valor y que suele hasta molestar en la casa, pispajo. Ejemplo: “en esta casa no hay más que pingos”.
PLATADA.- Ración grande de comida al haber llenado el plato del todo: “menuda platada me has puesto; quítame la mitad” (eso era si no te gustaba mucho; antes, lo que no te gustaba, te lo comías por obligación, para que no hubiera “reniegos”, pero siempre intentabas escatimar, o dejarte las sobras -las “replegaduras”-).
REBULLO.- Montón o conjunto de cosas desordenadas. Dejar las cosas “a rebullo”(cuando no tenías tiempo). El problema es que después no se encontraban. En algunas partes de la casa solía pasar esto cuando había muchos “tastarros” o “enredos”, o “pingos”.
RECIENTO.- Masa madre (del pan).
RECOGEDOR.- Badil. Se decían las dos cosas. Badil también es muy aragonés.
REMOJÓN.- Además de una buena mojadura (aquí era siempre remojón), el desayuno lo hacíamos casi siempre con “remojones”: trozos de pan metidos en el vaso de leche. No se conocía otro nombre para esta comida, ni este nombre para otra comida.
RENGLIJA.- Rendija: abertura fina y alargada. Las puertas y ventanas de las casas antiguas tenían muchas. El aire se colaba por todas partes.
RESOBAR.- Amasar el pan mientras se le va dando forma. Antes, “muchas” hacían el pan en las propias casas, en pequeños hornos de leña que había en estas; hacían para unos cuantos días (tapados después con el “bancal”). A ser pan de calidad -con masa madre- se conservaba bien (pero, antes esto estuvo prohibido; todos debían ir a cocer el pan al horno del “señor”; para tenerlo todo controlado, pagando un tanto: ya que los pagos al señor de los “vasallos” eran siempre en trigo, y en especie también en los demás productos; hasta en los ganados -ya vimos todo esto en las cartas de población-). Después, las mujeres hacían la masa y le daban la forma, e iban a cocer el pan al horno del “hornero” (así aparece en los censos de población), pagándole por ello, bien en metálico o en especie (después éste podría venderlo a otros si era en especie). Después ya se iba a comprar el pan al hornero, vamos, ya, al “panadero”, el que se encargaba ya de hacer el pan (no solo de hornearlo). Ahora ya vamos a la tienda, porque ya no hay panaderos (traen el pan de otros sitios). Dentro de poco tendremos que esperar, como hacen ya en muchos otros pueblos, a que venga la furgoneta que trae el pan; si viene. Antes, se daba trabajo también al molinero, que era el que molía el trigo (ecológico, 100%, y con 0 de “emisiones” en el proceso -molinos de agua de la “ceiquia”-), separando ya la harina, para hacer el pan, y el salvado -la cáscara- para hacer la “pastura” para el “tocino”).
RETE.- Malla o red de alambre. En algunos sitios de las casas y de los corrales se ponían “retes” para separar espacios o que no entraran pájaros por las ventanas, o el gato. Lo de malla o red no se conocía aún. También se solían poner encima de las tapias de los corrales para que no entrara “la zorra”. Aún así, se las apañaba para entrar: “esta noche ha entrao la zorra al corral y ha matao todas gallinas” (eran muy listas, mataban a todas y se las iban llevando poco a poco; aunque a algunas ya no les daba tiempo).
ROJEAR, “ROJIAR”.- Palabra “mesonera” (vamos, que se decía aquí siempre; supongo que se dirá también en muchos otros sitios), no está en castellano, y que significa mojar las calles para el verano con el fin de refrescarlas después de haberlas barrido, consiguiendo frescura y que no se levantara el polvo (esto último, cuando eran de tierra). Cuando las hicieron de cemento, seguían haciendo lo mismo. Cada uno barría la parte de la calle que confrontaba con su casa, justo hasta la parte del vecino. También significa aquí echar agua a alguien. Ejemplo: “al pasar por la calle nos han “rojiao” a todos con la manguera”.
ROJIADERA.- Regadera. Debe ser muy antigua. Lo de regadera igual se aprendió ya hace tiempo.
SOPERO.- Babero, servilleta que se sujeta del cuello para no mancharse al comer. Al comer sopas podía ocurrir con más frecuencia; de ahí vendría.
TAPE.- Tapa, tapadera. Los frascos aquí tienen “tape”.
TARTERA.- Fuente de barro. Las hay de diversos tamaños. Las pequeñas, “tartericas”. Ya es raro también que no salga esto.
TASTARRO, TESTARRO.- Trasto, cosa u objeto viejo e inútil. También para referirse a un vehículo, aparato o máquina que es viejo y ya no funciona bien. Si es viejo, pero funciona, ya no es un tastarro.
VAJILLO.- Vajilla. Palabra muy “mesonera”. Quizás, solo con ésta habría merecido la pena hacer este apartado de las palabras mesoneras. Igual no se dice en otros sitios.Pero, se suele utilizar, sobre todo, a la hora de fregar. Ejemplo: “mientras la abuela limpia la mesa, tu friega el vajillo”. Pero nunca se dirá, pon el vajillo en la mesa, solo, “pon la mesa”; o, “la mesa ya está puesta, ya puedes sacar la comida” (algún graciosillo le sacaría punta a esto). Quizá, luego veremos la explicación del “vajillo”.
ZARRIO.- Cosa de poco valor, trasto, andrajo, guiñapo. Ejemplo: “tienes toda la casallena de zarrios, aquí no cabe nada; mira a ver si los tiras todos”; vamos, como los “pingos”.
El resto de palabras “mesoneras” pueden tener ya una peor clasificación. Muchas son, como veremos, verbos, lógicamente, casi siempre, el infinitivo de cada uno, que reflejan también una parte de la actividad normal y cotidiana de Mesones. Las pongo, como en los dos apartados anteriores, también en orden alfabético:
ABASTAR.- Abarcar. Ahora ya no se dice, era cosa de los mayores.
ABURRIDACHO.- Aburrido.
ABUZAR.- Azuzar, dar orden al perro para intimidar, o atacar.
ACACHARSE.- Agacharse. Es algo común en la “España oriental” según la RAE. Quizá de Aragón pasó al este. Si solo se hubiera dicho en Aragón, ni saldría, como casi todas de este artículo.
ACARAMULLAR.- Colmar. Debe ser bastante “de antes”.
ACORRERSE.- Correrse del sitio en el que está sentado uno sin levantarse, cuando los asientos eran de banco, para dejar sitio a otro. La palabra utilizada siempre en esto era“acórrete”. Hoy ya no la decimos, ahora decimos córrete.
“A COTENAS”, “A CORDERETAS”.- Llevar a alguien (generalmente, mucho más pequeño) a las espaldas, agarrándose de tu cuello con los brazos y de tu cintura con los pies. Si se sentaba sobre tus hombros, era “llevarlo encima” (en este caso tenía que ser ya mucho más pequeño). Lo primero, lo de “a cotenas”, fue más antiguo, solo lo decían ya los abuelos.
ACOTOLAR.- Acabar, terminar con algo que hay. Ejemplo: “ya te has acotolado todas las galletas”. Nosotros ya no decíamos esto.
ACHICARSE.- Rebajar uno el tono de una discusión cuando te han dado algún argumento razonable.
“AGACHAPAU”.-Temeroso, amedrentado. También, cosa de mayores.
AGOSAR.- Osar. Palabra “mesonera”, pero que ya no la conoce casi nadie, pero siempre en sentido negativo: no atreverse a hacer algo, tener miedo de continuar hacia adelante. Ejemplo: ”no agoso a pasar por ese sendero tan estrecho, me da miedo caerme abajo”.
AGUACHIRRIS.- Aguachirle: bebida aguada.
AGUANTAR.- Aquí es también soportar (y, a veces, resistir), tanto el frío o el calor, como muchas otras cosas que no son pesos. Esto no lo recoge así la RAE. Ejemplo: “no te aguanto más” (no te soporto más); “resiste, aguanta, que ya llegamos”; “con este bocadillo, hasta comer aguantas”.
AGUARTE.- Espérate, espera. Los mayores siempre decían “aguarte”. Hoy ya no se dice. Como he dicho muchas veces, desde que los maestros nos “enseñaron”, muchas palabras dejaron ya de utilizarse, porque estaban “mal dichas”.
ALARGUE.- Alargadera, alargador.
ALBIOJO.- Abrojo, cardo rastrero, silvestre. Cuando son muy jóvenes y tiernos se comen hervidos. Hay quién los busca.
ALCANZAR.- También, comprender, entender. El que no sea de Aragón no entenderá nada.
ALCORTADIZO.- Tajo bajo de la res empleado para guisar. Muy pocos sabrían yaesto.
ALENTADA.- Echar el aliento a alguien en la cara. Cuando se dice era porque no era de buen olor (no se había lavado los dientes y la boca).
ALICOTAZO.- Golpe que se da en la cabeza con algún objeto, en especial, a los niños,cuando no se portan bien (esto era antes, cuando aún se les pegaba; sobre todo, los maestros).
ALMENA.- Referido al castillo, torre. En Mesones las almenas del castillo son torres, o al revés, vamos.
ALPARGATEAR, “ALPARGATIAR”.- Andar muy deprisa: “este alpargatea bien” (que tiene “buenas piernas”; lo de “garras” es para correr).
AMÁS.- Significa además. Esta palabra incluso está documentada en una carta del alcalde de Mesones al de Épila en 1743, en la que el primero recuerda al segundo la sentencia arbitral de 1511 (el Entreviso):
“por la qual se les concede poder sembrar solo a los de Mesones, sin que los de Epila puedan hacerlo, en una porcion de territorio que en ella se expresa, y mojona, y dicen es donde ahora mismo intentan los de Epila embarazarles el hacerlo; Y AMÁS tiene dos escrituras posteriores, que corroboran en parte la primera; y por ese goce es lo que anualmente paga Mesones à Epila la questión”.
Es una palabra que ya sólo la emplean los mayores, como sabemos, el colegio y los maestros hicieron milagros, quedando estas palabras relegadas a los más viejos, y el joven que las decía quedaba como pueblerino. Ejemplo: “AMÁS te digo, que como sigas inclumpiendo lo pactado, finalmente te llevaré al Juez de Paz”.
ANDADERAS.- Forma de andar. También, capacidad de andar. Ejemplo: “menudas andaderas tiene éste” (que anda rápido); “vaya andaderas tiene” (que anda mal, raro; aunque también puede decirse con esto que anda rápido; todo depende de las circunstancias del caso; por eso los extranjeros se pueden armar mucho lío con todo esto, y con otras muchas cosas).
ANDIBÚ.- En otros sitios, más o menos cercanos, era ambigú: bar que se coloca en los salones de baile o sitios análogos, generalmente, sin separación de ellos. En Mesones hicieron una separación al haber dos salones comunicados (en el “salón” de Jaime Ramos). Después, con los “pabellones”, pasaron a llamarse “barras”; ahora sí que estaban ya unidos. Antes se podía entrar al “andibú” sin pagar para el baile. Después ya no, al estar todo junto. Es la “historia de Mesones”.
ANSA.- Asa: agarradero de algún recipiente.
ANSAR.- Coger o llevar por las “ansas”.
APABILAR.- Aturdir.
APARENTE.- Oportuno, adecuado (tiene estas dos acepciones). También, persona que está en el sitio exacto en el momento preciso (oportuno).
“APEGAO”.- Familiar indirecto, no de sangre. Siempre en sentido “irónico”.
APENDI, “LA PENDI”.- Apéndice: “le han operado de la pendi”. Antes, un “cólico cerrao”, del que morían todos, en las sepulturas en Mesones del siglo XIX, el cirujano del pueblo lo tipificaba como “mal del costado”.
APUNTAR.- En Aragón (y en Mesones) es también dar señal de despuntar, de destacar en algo: “este es muy listo, apunta alto”.
ARCIJO.- Fechoría, trastada causando mal en algo; generalmente, los chicos o los jóvenes.
ARRADIO.- Radio. Solo lo dijeron ya los abuelos; los que no habrían ido mucho a la escuela.
ARRAMPLAR.- Arramblar: llevárselo todo, o casi todo.
“ARRANQUE”.- Aquí: “antepenúltimo arreo antes de irse del bar”.
ARREAR.- Aquí también es pegar. Ejemplo: “ten cuidado que te arreo” (que te pego).
ARREARSE.- Comerse algo con gusto. El DLE no recoge tampoco esta significación. Ejemplo: “se ha arreao una fuente de caldereta entera sin enterarse”; “se lo ha arreaotodo él solo, no ha dejao nada”.
ARREMANGAR.- Remangar: “arremángate”. Era lo que se decía antes.
ARRENUNCIO.- Renuncio (en los juegos de cartas).
ARREO.- Además de los aparejos de las “caballerías”, arreo en Mesones es una “ronda de bebidas” en el bar (o en la barra del baile), un “arreo”, un “rolde”.
“ASFIXIAO”.- “Apurao”.
ASOLAR.- También es desperdiciar.
ASPRO.- Áspero al tacto. Los jóvenes ya no lo dicen, porque ya no lo saben.
ASTRAL.- Hacha de mango largo. Lo de hacha fue ya con los maestros y con los libros.También se diría “estral”.
ASTRALETA.- Hacha pequeña. Muy utilizada en la casa, sobre todo, para cortar huesos para los cocidos o para hacer chuletas. También se decía “estraleta”.
“ATOBAO”.- Anquilosado, que no puede menearse bien.
ATOSIGAR.- Aquí solo es agobiar.
ATRAGANTAR.- De no aguantar a alguien: “a este lo tengo atragantao”.
AUJEREAR.- Agujerear.
AVECINAR.- Si en castellano es avencindar, dar vecindad, o acercar, aquí no tiene nada que ver con esto; se trata de colaborar trabajando de forma gratuita todos los vecinos de un pueblo para las obras de interés público. Se establecían un número de días gratuitos que los integrantes de cada casa del municipio habían de realizar trabajando en beneficio del pueblo (construcción del depósito del agua y de las tuberías -“poner las aguas”-, echar las calles de cemento, caminos… principalmente; también se hizo en las piscinas).
AVENTAR.- Sin duda, una palabra de lo más completa en Mesones. Además de lo de la RAE (tirar algo al viento y quitar la paja del trigo; antes, ya sabemos, se hacía con horcas y después con máquinas aventadoras -también se utilizaron éstas para limpiar olivas y otras semillas que no fueran cereales-), en Mesones tiene más significados. Uno de ellos es el de tirar alguna cosa, deshacerse de algo. Hay una anécdota en la comarca que lo describe muy bien. Había un día uno de Illueca que subió a Beratón a vender higos -aquí no hay higueras porque se hielan-; como casi nadie le compraba, iba por las calles diciendo: “a ver cuala quiere más higos, que los aviento”. También se utiliza en el sentido de darse mucha prisa: “ve a hacer esto aventao”; “vas siempre aventao”.
AZANORIA.- Así llamaban los mayores de Mesones a la zanahoria, aunque también sale en el DLE. Ahora ya no se dice (pero ya sabemos por esto que antes aquí era lo primero). Y había unas muy gordas que se sembraban para el ganado (debían ser muy “bastas” para comer). Nosotros ya no las hemos visto.
AZUL.- Azud.
BANDEAR.- También, tocar las campanas (ya es raro que en bandear no se hable de campanas).
“BARRENAO”.- Loco, ido. Mal de la cabeza.
BAZO.- Mielsa.
BISALTO.- Variedad de guisante del que se come la vaina entera cocida cuando está aún tierna (como otra verdura; solo hay que quitarle los “hilos” al comerlo; aunque si se cogen muy pequeños no hace falta). Es solo de Aragón. Aquí siempre se ha comido. Es de temporada. A algunos les encanta. También era típica la sopa de “bisaltos”; un sabor muy especial.